sábado, 19 de abril de 2014

El Simbolismo Masónico


El Simbolismo es una de las formas más arcaicas del pensamiento humano.
El simbolismo ha impregnado las manifestaciones humanas desde los albores de la civilización. No es arriesgado afirmar que la presencia de símbolos asociados a un grupo humano primitivo es un indicio claro del desarrollo evolutivo de una actividad cultural y social en su seno.
El símbolo nace del deseo de unir lo exterior con lo interior; del deseo de comunicar conceptos imposibles de expresar en términos simples. El símbolo es una puerta a la profundización en nuestra propia existencia, una puerta que da acceso a otras estructuras de conocimiento. Desde luego, el traspaso de esa puerta requiere una clara predisposición. Esta predisposición, junto a las herramientas apropiadas para explorar esos caminos, es patrimonio de lo que se denomina “iniciación”.
No se debe pensar que una persona, por el mero hecho de conocer el significado de un símbolo, se convierte en sabio o tiene acceso a verdades absolutas o cosas por el estilo. El símbolo es sólo un mecanismo útil para el ser humano interesado en la reflexión. De hecho, los verdaderos símbolos carecen de una explicación completa y clara. Si la tuvieran, dejarían de ser tales. Cabe, no obstante, indicar, a grandes rasgos, el sentido de los símbolos, como invitación a esa reflexión a la que nos hemos referido.
La Masoneria a través de sus expresiones simbólicas invita al iniciado a escudriñarlas y buscar su significado más profundo. Esa búsqueda es para nosotros el trabajo desplegado. Los masones trabajamos en la construcción de un Templo Moral consagrado a la Virtud, a la Verdad y a la Ciencia.
Quiere esto decir que la Masonería no abre la puerta a sus Misterios nada más que a aquellos que demuestran poseer la inquietud intelectual de acceder a ellos. Así, el tiempo o la antigüedad, por si mismos, no significan nada en relación con el conocimiento masónico. Son el propio trabajo, el estudio, la constancia, la participación en los trabajos de la Logia, la evolución personal, los que abrirán al masón las puertas del conocimiento; no el puesto en un inexistente escalón basado en la antigüedad o grado, ni los títulos profanos que puedan poseer quien llegan a las puertas de la Masonería.
Los Símbolos son para los masones como señales colocadas en cada bifurcación del camino; indican la dirección y el destino hacia donde van, pero no es obligatorio seguirlos.
Los Símbolos dan forma a los deseos, incitan emprendimientos y moldean un comportamiento; por eso provocan emociones y unifican e identifican grupos humanos.
El Símbolo es una imagen sensible empleada para expresar una idea oculta, pero análoga, que necesita ser interpretado y por ello requiere una predisposición, ya que está cargado, como hemos dicho, de afectividad y dinamismo.