sábado, 23 de octubre de 2010

TODOS DEBERIAN DE SER MASONES


Si todos los hombres se detuvieran un instante para pensar sobre la noble misión que cada uno debe de cumplir por su paso en este plano terrenal.
Todos, todos serian masones. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que los principios que preconiza la Masonería son, sin lugar a dudas los que mas nos aproximan al G:.A:.D:.U:.
En mi condición de eterno Aprendiz Masón, que como tal aun no me ha sido posible penetrar en todos los grandes secretos de la masonería veo sin embargo con claridad meridiana toda la sublimidad que ella encierra.
En primer lugar, la creencia de la existencia de Dios y de la Inmortalidad del Alma es condición sine qua non que se exige para ser admitido como masón, lo cual demuestra ampliamente los nobles y elevados fines que la Masonería trata de hacer evidentes por medio de la practica del bien y del ejercicio de la virtud que se traduce en aquella sublime recomendación del “Mártir del Gólgota” amaos los unos a los otros.
Siendo pues el principio básico de la Masonería, la practica del bien en toda su amplitud, y a la vez de combatir las pasiones es incuestionable que todo hombre de sano corazón y amante del prójimo, debería de hacerse masón.
La Masonería tiene sus puertas abiertas para todos los hombres de buena voluntad, que creen en la existencia de Dios y de la inmortalidad del alma y que se interesan por sus semejantes, procurando hacer todo el bien posible sin ostentación y sin esperar recompensa alguna.
He allí la practica de la masonería, he allí lo que ella exige para ingresar a sus filas, venga de donde venga, sea cualquiera su religión, su estado su profesión, siempre que sea de limpios antecedentes, serán recibidos con los brazos abiertos.
Meditad un momento sobre los deberes del hombre sobre la tierra y os convenceréis de que en ninguna Institución se cumplen mejor aquellos deberes que en la Masonería.
Vengan pues a engrosar las filas de la Masonería, todos los hombres de buena voluntad y de sanas costumbres, generosos y abnegados, sinceros y leales, tolerantes y discretos, condiciones estas indispensables para la consecución del noble fin que perseguimos:
EL PERFECCIONAMIENTO DE LA ESPECIE HUMANA.

R:.H:. Rolando Alfaro Román
Ex - V:.M:.