La filosofía es considerada por muchos la
reina de las ciencias, esta ciencia está al alcance de todas las personas y la
naturaleza de esta ciencia le permite que al mismo tiempo que se acerca a la
verdad, se mantiene libre de dogmas y evita llegar a certezas absolutas.
Siempre me ha llamado la atención la capacidad de las personas de filosofar, es una actividad inherente o vocación de la humanidad. Acompañada de este afán de conocimiento a la filosofía se caracteriza por su pasión por la verdad.
Las épocas de crisis, ahora concurrentes, son las que nos hacen enfocarnos en el estudio de la Filosofía Moral, en estos años es muy necesaria, especialmente al tratarse de una crisis de valores morales y éticos, una crisis generalizada que no reconoce fronteras.
Este periodo de confusión deriva en el resurgimiento del interés por identificar lo bueno y lo malo, y esta es precisamente la materia de la filosofía moral.
A lo largo de la historia de la humanidad encontramos que siempre existe la necesidad de identificar y deliberar acerca de los problemas filosóficos en lo general y éticos en lo particular. Por ejemplo el uso de la biotecnología, la aplicación de de métodos de asistencia en pacientes con enfermedades crónicas terminales, el dominio de los intereses económicos y financieros, etc. Siempre problemas y discusiones de primera importancia.
Seguimos en el camino de resolver todos estos planteamientos relacionados con los valores éticos y sociales, porque esta disposición y apertura liberal es la que mantiene a raya a los que prefieren satisfacer su ambición y evitar que se apoderen de la economía y de los mercados.
Las necesidades del mercado jamás deben imponerse a la ciencia, la técnica y la cultura. El verdadero reto de la Filosofía Moral es que las actividades humanas, la economía y los mercados recuperen los valores humanos y expulsen de su seno a los ambiciosos que se valen de la ignorancia y la hipocresía para lograr sus fines.
Ese es, precisamente, nuestro objetivo.
Siempre me ha llamado la atención la capacidad de las personas de filosofar, es una actividad inherente o vocación de la humanidad. Acompañada de este afán de conocimiento a la filosofía se caracteriza por su pasión por la verdad.
Las épocas de crisis, ahora concurrentes, son las que nos hacen enfocarnos en el estudio de la Filosofía Moral, en estos años es muy necesaria, especialmente al tratarse de una crisis de valores morales y éticos, una crisis generalizada que no reconoce fronteras.
Este periodo de confusión deriva en el resurgimiento del interés por identificar lo bueno y lo malo, y esta es precisamente la materia de la filosofía moral.
A lo largo de la historia de la humanidad encontramos que siempre existe la necesidad de identificar y deliberar acerca de los problemas filosóficos en lo general y éticos en lo particular. Por ejemplo el uso de la biotecnología, la aplicación de de métodos de asistencia en pacientes con enfermedades crónicas terminales, el dominio de los intereses económicos y financieros, etc. Siempre problemas y discusiones de primera importancia.
Seguimos en el camino de resolver todos estos planteamientos relacionados con los valores éticos y sociales, porque esta disposición y apertura liberal es la que mantiene a raya a los que prefieren satisfacer su ambición y evitar que se apoderen de la economía y de los mercados.
Las necesidades del mercado jamás deben imponerse a la ciencia, la técnica y la cultura. El verdadero reto de la Filosofía Moral es que las actividades humanas, la economía y los mercados recuperen los valores humanos y expulsen de su seno a los ambiciosos que se valen de la ignorancia y la hipocresía para lograr sus fines.
Ese es, precisamente, nuestro objetivo.