La
expulsión de los jesuitas de los territorios americanos en 1767 dejó a los
criollos sin uno de sus referentes culturales más importantes. Este vacío fue
llenado posteriormente por una nueva generación de intelectuales laicos
influidos por la Ilustración europea. La influencia de la Ilustración se hizo
evidente en el Perú desde mediados del siglo XVIII, con una serie de
bibliotecas de colegios o de intelectuales peruanos que albergaban libros de la
revolución científica del siglo XVII o de la Ilustración de la época. El ambiente
más tolerante de la Ilustración permitió también la llegada al Perú de una
serie de expediciones científicas, integradas tanto por sabios de la Península
Ibérica como por europeos no españoles. El discurso de la Ilustración y del
Liberalismo fue el motor de los pensadores políticos de los últimos años de la
colonia y de los primeros de la República, y nos encontramos con una serie de
pensadores como Hipólito Unanue, José Baquíjano y Carrillo, Toribio Rodríguez
de Mendoza y Juan Pablo Vizcardo y Guzmán; y publicaciones, como El Mercurio Peruano, el Semanario crítico y el Diario de Lima. Los atisbos de
racionalismo y nacionalismo de sus planteamientos, que rara vez incluyeron
ideas separatistas y realmente reformadoras, no se difundieron a través de la
cerrada y testamentaria sociedad colonial, quedando así en el intento aislado
de un grupo de hombres.
Un grupo de intelectuales
criollos, animado por las investigaciones científicas y el pensamiento
demo-liberal, empezó a reunirse bajo la denominación de “Academia
Filarmónica”.De esta institución nació la “Sociedad Amantes del País” dicha
sociedad surge como idea la de poder transformar el país de acuerdo a las
alternativas mundiales que se daban en aquella época. Los integrantes de esta
sociedad se adhirieron a la moralidad burguesa, ya que esta consagró la
laboriosidad, la ingenuidad, la ilustración y el esfuerzo; sin embargo no se
despojaron de algunos rasgos de la ética cristiana, como la práctica
humanitaria, dicho sea porque era considerada un medio que servía no sólo para
conseguir el equilibrio social sino también para lograr la salvación eterna.
La “Sociedad Amantes del País” publicó " El Mercurio Peruano entre 1791 y
1795, como su órgano de difusión. El Mercurio Peruano de Historia, Literatura y
Noticias Públicas (siendo este su título completo) fue un notable periódico
científico y literario; en él no se difunde simplemente las modernas teorías y
los ideales del cultivo de la ciencia y de la razón, sino también revela el
nacimiento de una conciencia ideológica nacional, por ello es considerado el
primer periódico netamente peruano. José Baquíjano y Carrillo, con el seudónimo
de Cefalio, e Hipólito Unanue, con el seudónimo de Ariosto; fueron los propulsores de tal idea y junto con otros notables criollos plasmaron sus objetivos que por un lado fueron, “El amor a la patria” y, por otro, la
realización de reformas en el aparato político del estado.
El Mercurio Peruano es considerado como el medio escrito más importante de la
ilustración peruana, se publicó dos veces a la semana teniendo un tiraje entre
400 y 575 ejemplares. Los temas abarcados más importantes se desarrollaron en
torno a la geografía, la historia, las ciencias (medicina e historia natural) y
la economía (comercio, minería y economía política), el Mercurio Peruano no
rechazó la religión católica y por el contrario defendió un catolicismo
ilustrado que frente a la revolución francesa se volvió muchas veces más
católico que ilustrado. De los estudios publicados en este periódico destacan
informes sobre indios, negros y la esclavitud, sobre el rol de la mujer, sobre
la importancia de la educación y sobre los pobres en el Perú; pero se le daba
poca importancia a la agricultura, la artesanía y a la manufactura.
La importancia del Mercurio Peruano radica en el hecho de que por
primera vez desde la llegada de los españoles a esta parte del continente, se
estableció el concepto de Perú como nación o país y de peruanidad como
sentimiento y junto a ello se reflejó el interés de algunos medios de la
época; también es importante por ser el mayor difusor de conciencia nacional.
Este periódico tuvo una gran influencia latinoamericana por que fue
promotor y modelo de prensa para otros como Quito, Santa Fe de Bogotá y la Habana.
Después de pocos años de difusión, el Mercurio Peruano entró en crisis
ya que no se podía mantener el alto nivel de los artículos y la financiación de
la publicación se hacía cada vez más difícil; cuando el virrey Gil de Taboada
retiró su apoyo económico, y El Mercurio Peruano dejó de existir.
En
sus escritos, sin llegar a tener un carácter político, se vislumbran ya los conceptos de
buen gobierno: los monarcas son elevados al trono por el bien de los pueblos,
por su carácter y dignidad se declaran enemigos de la opresión, se preocupan
por la libertad y el progreso de los pueblos que rigen, y, al estar presidido
su gobierno por la verdad y la razón, los pueblos recogen los frutos sazonados
de la prudencia. También es importante el concepto de ciudadano: en su
pensamiento la educación superior formará ciudadanos para su participación en
la sociedad; se considera que los hombres de letras sirven al Estado por el
bien de la sociedad y como tales serán jueces íntegros, que llevados por la
razón y el desinterés, miran con horror la crueldad y la injusticia. Las ideas
expuestas en el Mercurio Peruano son, a nuestro juicio, conceptos claves para
el posterior desarrollo de la emancipación y están en armonía con el Ser del
Perú.