Los masones estamos obligados a la búsqueda incesante de la Verdad donde quiera que ella se encuentre.
El cansancio implica agotamiento de fuerzas, y la fuerza que mueve a los iniciados es, precisamente, el afán por llegar a la Fuente de donde emana la Luz, por lo tanto, cansarnos en el camino, sin llegar a la meta de alcanzar La Iluminación, que se nos ha propuesto desde nuestro ingreso a la Institución de la Escuadra y el Compás, implica un desfallecimiento en los principios que nos animan, Un dejar de ser.
Durante algún momento de los rituales que se realizan a los que se inician en la Masonería, se les explica que esta institución “no es perfecta”, y realmente no lo es, porque ella está formada por seres humanos que traen consigo virtudes, pero también incorporan a ella sus defectos.
Esta es la razón por la cual es tan importante que instituciones como la Masonería, cuiden de valorar apropiadamente la calidad de sus miembros.
Como resultado de la búsqueda debemos primar la calidad ante la cantidad, la Masonería esta confrontando una realidad cada día mas palpable: la ausencia en una parte apreciable de sus miembros, por diferentes motivos profanos, que hoy por hoy parecieran valen o pesan mas que nuestros valores éticos-morales esenciales para el armónico desenvolvimiento de nuestra Institución, tales como AMOR FRATERNAL, SOCORRO Y VERDAD, donde sin ningún lugar a dudas debe primar antes que nada.
De esta lamentable situación, no se puede culpar a nadie en particular, porque la responsabilidad es absolutamente de todos, porque en algún momento dijimos SI, y aprobamos lo que debíamos rechazar, o porque no preparamos a tiempo el relevo necesario que inyectara la nueva savia de la remodelación en los anquilosados resortes institucionales, o por que no nos preocupamos por conocer mas de nuestra rica historia, o por que no supimos apoyar a nuestro hermano, o por que no nos preocupamos por nuestras falencias a tiempo, por que no quisimos ser masones pero masones de verdad o quizás no le estamos poniendo el hombro a nuestro Taller cuando el nos necesita, pero estoy seguro que el Taller si lo hará cuando nosotros lo necesitemos, estoy seguro hermanos que si el Taller muere pues una parte de mi se ira con el y con seguridad una parte de todos ustedes se ira también con el.
En los momentos de riesgo, es cuando se conocen a los verdaderos masones, aquellos hermanos que se encuentran imbuidos del conocimiento y la practica de los valores implícitos en la doctrina masónica, y estos son precisamente los masones que no se cansan, ni pueden cansarse de trabajar en la búsqueda de nuestra perentoria Verdad.
La Masonería de Bolivia esta atravesando por momentos de alto riesgo, y es precisamente en estos instantes cuando todos, desde el primero hasta el último de los masones, debemos trabajar por reencontrarnos con verdades tales como:
• Rescatar el principio de la más estricta y rigurosa selección de los candidatos a ingresar en nuestras logias.
• La mística de conocer y practicar los antiguos misterios jamás debe ser perdida y tiene que perdurar en el tiempo
• Hacer de la Instrucción y la Educación Masónica una práctica obligada en todas nuestras tenidas.
• Concientizar a nuestros hermanos en el uso de su derecho a discrepar.
• Incitar a todos nuestros hermanos para que participen de forma franca, ética y leal en la solución de nuestros problemas, mediante la presentación y promoción de propuestas y mociones tendientes al progreso de la Institución.
• Preparar y promover a nuevas figuras para que a corto plazo asuman la dirección de la Masonería.
No podemos cansarnos, todos tenemos el deber de trabajar, y trabajar muy duro, porque ésto es necesario ahora.
Q:.H:. CARLOS SALINAS ARNOLD
R..L..S:. “CARLOS ARNOLD NUESSER DIGNIDAD Y CONSTANCIA Nº 17”
Bolivia
El cansancio implica agotamiento de fuerzas, y la fuerza que mueve a los iniciados es, precisamente, el afán por llegar a la Fuente de donde emana la Luz, por lo tanto, cansarnos en el camino, sin llegar a la meta de alcanzar La Iluminación, que se nos ha propuesto desde nuestro ingreso a la Institución de la Escuadra y el Compás, implica un desfallecimiento en los principios que nos animan, Un dejar de ser.
Durante algún momento de los rituales que se realizan a los que se inician en la Masonería, se les explica que esta institución “no es perfecta”, y realmente no lo es, porque ella está formada por seres humanos que traen consigo virtudes, pero también incorporan a ella sus defectos.
Esta es la razón por la cual es tan importante que instituciones como la Masonería, cuiden de valorar apropiadamente la calidad de sus miembros.
Como resultado de la búsqueda debemos primar la calidad ante la cantidad, la Masonería esta confrontando una realidad cada día mas palpable: la ausencia en una parte apreciable de sus miembros, por diferentes motivos profanos, que hoy por hoy parecieran valen o pesan mas que nuestros valores éticos-morales esenciales para el armónico desenvolvimiento de nuestra Institución, tales como AMOR FRATERNAL, SOCORRO Y VERDAD, donde sin ningún lugar a dudas debe primar antes que nada.
De esta lamentable situación, no se puede culpar a nadie en particular, porque la responsabilidad es absolutamente de todos, porque en algún momento dijimos SI, y aprobamos lo que debíamos rechazar, o porque no preparamos a tiempo el relevo necesario que inyectara la nueva savia de la remodelación en los anquilosados resortes institucionales, o por que no nos preocupamos por conocer mas de nuestra rica historia, o por que no supimos apoyar a nuestro hermano, o por que no nos preocupamos por nuestras falencias a tiempo, por que no quisimos ser masones pero masones de verdad o quizás no le estamos poniendo el hombro a nuestro Taller cuando el nos necesita, pero estoy seguro que el Taller si lo hará cuando nosotros lo necesitemos, estoy seguro hermanos que si el Taller muere pues una parte de mi se ira con el y con seguridad una parte de todos ustedes se ira también con el.
En los momentos de riesgo, es cuando se conocen a los verdaderos masones, aquellos hermanos que se encuentran imbuidos del conocimiento y la practica de los valores implícitos en la doctrina masónica, y estos son precisamente los masones que no se cansan, ni pueden cansarse de trabajar en la búsqueda de nuestra perentoria Verdad.
La Masonería de Bolivia esta atravesando por momentos de alto riesgo, y es precisamente en estos instantes cuando todos, desde el primero hasta el último de los masones, debemos trabajar por reencontrarnos con verdades tales como:
• Rescatar el principio de la más estricta y rigurosa selección de los candidatos a ingresar en nuestras logias.
• La mística de conocer y practicar los antiguos misterios jamás debe ser perdida y tiene que perdurar en el tiempo
• Hacer de la Instrucción y la Educación Masónica una práctica obligada en todas nuestras tenidas.
• Concientizar a nuestros hermanos en el uso de su derecho a discrepar.
• Incitar a todos nuestros hermanos para que participen de forma franca, ética y leal en la solución de nuestros problemas, mediante la presentación y promoción de propuestas y mociones tendientes al progreso de la Institución.
• Preparar y promover a nuevas figuras para que a corto plazo asuman la dirección de la Masonería.
No podemos cansarnos, todos tenemos el deber de trabajar, y trabajar muy duro, porque ésto es necesario ahora.
Q:.H:. CARLOS SALINAS ARNOLD
R..L..S:. “CARLOS ARNOLD NUESSER DIGNIDAD Y CONSTANCIA Nº 17”
Bolivia