A menudo se tiende a asimilar la tolerancia a unas nociones, que aunque cercanas en algunos puntos, se revelan fundamentalmente diferentes.
La tolerancia se ejerce cuando un individuo tiene la autoridad o el poder de prohibir o suspender una acción que considere indeseable o molesta y no lo hace, sino que deja actuar; mientras que esto lesione sus derechos.
Según ciertas teorías el miedo y la ignorancia son las raíces que causan la intolerancia y sus patrones pueden imprimirse en la psique humana desde muy temprana edad.
La tolerancia no es La indiferencia
La indiferencia es no sentir ni placer, ni dolor, frente a lo que se percibe. No es en absoluto necesaria la tolerancia frente a cosas por las cuales no se siente emoción alguna. Por ejemplo, una persona para quien las cuestiones religiosas no son una preocupación, no puede ser calificada de tolerante en materia religiosa.
La tolerancia no es La sumisión
La sumisión es la aceptación bajo constricción. Para que haya tolerancia, debe existir una elección deliberada. Sólo se puede ser tolerante con aquello que uno tiene el poder de impedir, o al menos intentarlo.
La tolerancia no es La indulgencia
La indulgencia va más allá de la tolerancia, pues es una disposición a la bondad, a la clemencia, una facilidad de perdonar, mientras que la tolerancia puede ser condescendiente.
La tolerancia no es El respeto
El respeto supone que se comprenda y comparta los valores de una persona o de una idea cuya autoridad o valor actúa sobre nosotros. A través del respeto, juzgamos favorablemente algo o a alguien; por el contrario, a través de la tolerancia, intentamos soportar algo o alguien independientemente del juicio que le asignamos: podemos odiar aquello que toleramos.
La tolerancia no es La permisividad
La permisividad carece de valores. Los valores no son transables por las costumbres o modas del momento. No se someten al abuso de las mayorías, reales o aparentes. Lo que la mayoría hace o dice hacer no puede elevarse a la categoría de valor, aunque pese en el ambiente. La permisividad es al comodidad del momento, pero trae consigo muchas incomodidades posteriores. La permisividad es una ignorancia culpable.
Tolerancia e ideal
Se considera generalmente la tolerancia como una virtud, pues tiende a evitar los conflictos. Así Kofi Annan decía que "la tolerancia es una virtud que hace la paz posible."
En algunas filosofías, como la filosofía budista, la tolerancia es el primer paso hacia la ecuanimidad, es decir la aceptación sin esfuerzo. La tolerancia hacia lo que nos agrede, es un ejercicio para practicar sobre uno mismo.
"El espíritu de tolerancia es el arte de ser feliz en compañía de otros" .
La tolerancia se ejerce cuando un individuo tiene la autoridad o el poder de prohibir o suspender una acción que considere indeseable o molesta y no lo hace, sino que deja actuar; mientras que esto lesione sus derechos.
Según ciertas teorías el miedo y la ignorancia son las raíces que causan la intolerancia y sus patrones pueden imprimirse en la psique humana desde muy temprana edad.
La tolerancia no es La indiferencia
La indiferencia es no sentir ni placer, ni dolor, frente a lo que se percibe. No es en absoluto necesaria la tolerancia frente a cosas por las cuales no se siente emoción alguna. Por ejemplo, una persona para quien las cuestiones religiosas no son una preocupación, no puede ser calificada de tolerante en materia religiosa.
La tolerancia no es La sumisión
La sumisión es la aceptación bajo constricción. Para que haya tolerancia, debe existir una elección deliberada. Sólo se puede ser tolerante con aquello que uno tiene el poder de impedir, o al menos intentarlo.
La tolerancia no es La indulgencia
La indulgencia va más allá de la tolerancia, pues es una disposición a la bondad, a la clemencia, una facilidad de perdonar, mientras que la tolerancia puede ser condescendiente.
La tolerancia no es El respeto
El respeto supone que se comprenda y comparta los valores de una persona o de una idea cuya autoridad o valor actúa sobre nosotros. A través del respeto, juzgamos favorablemente algo o a alguien; por el contrario, a través de la tolerancia, intentamos soportar algo o alguien independientemente del juicio que le asignamos: podemos odiar aquello que toleramos.
La tolerancia no es La permisividad
La permisividad carece de valores. Los valores no son transables por las costumbres o modas del momento. No se someten al abuso de las mayorías, reales o aparentes. Lo que la mayoría hace o dice hacer no puede elevarse a la categoría de valor, aunque pese en el ambiente. La permisividad es al comodidad del momento, pero trae consigo muchas incomodidades posteriores. La permisividad es una ignorancia culpable.
Tolerancia e ideal
Se considera generalmente la tolerancia como una virtud, pues tiende a evitar los conflictos. Así Kofi Annan decía que "la tolerancia es una virtud que hace la paz posible."
En algunas filosofías, como la filosofía budista, la tolerancia es el primer paso hacia la ecuanimidad, es decir la aceptación sin esfuerzo. La tolerancia hacia lo que nos agrede, es un ejercicio para practicar sobre uno mismo.
"El espíritu de tolerancia es el arte de ser feliz en compañía de otros" .