jueves, 17 de febrero de 2011

Luz y Oscuridad


La vida parece complicada, pero no lo es. Nosotros mismos complicamos nuestras propias vidas. Creamos caos a partir del orden. Enredamos las cosas empeorándolas continuamente simplemente porque no entendemos de qué se trata la vida o cómo funciona.
Lo primero que debemos entender es que la vida es tan simple como la Luz y la Oscuridad. Y cuando digo Luz no estoy hablando metafóricamente. Tampoco utilizo la palabra Oscuridad de forma alegórica. Sólo existen dos cosas en este mundo: la Luz y la Oscuridad. La vida parece complicada porque la Oscuridad tiene una variedad casi infinita de tonalidades y la Luz se presenta en incontables colores. Sin embargo, en el corazón de todo lo que existe encuentras Oscuridad o Luz.
Desde el momento en que nacemos, la Oscuridad y la Luz son todo lo que existe. Nuestro crecimiento y el aumento de nuestro poder son manifestaciones de la Luz. A medida que empezamos a envejecer, nuestra debilidad crece gradualmente como una expresión de la Oscuridad. De forma similar, cuando estamos satisfechos, llenos de pasión, radiantes de optimismo y tenemos una actitud que dice “puedo conseguir cualquier cosa”, esto es la Luz expresándose en nuestra conciencia. Estas emociones positivas son sólo el efecto de la Luz, que en sí misma es la causa de toda nuestra felicidad.
Por el contrario, cuando estamos pesimistas, deprimidos, letárgicos y cínicos, estas son manifestaciones de la existencia de una Oscuridad creciente en nuestra conciencia. De nuevo, todas estas emociones negativas son el efecto; la Oscuridad es la causa.
Por consiguiente, si una situación externa es la causa de nuestro dolor, como por ejemplo un divorcio o una ruina financiera repentina, esto es también una expresión de un aumento de la Oscuridad en nuestra vida; sin embargo, esta vez, la Oscuridad está afectando al mundo que nos rodea. El divorcio es el efecto; la Oscuridad que de alguna manera se ha colado en nuestra vida es la causa. De forma similar, cuando aparece el negocio adecuado, cuando culminamos un logro gracias a nuestro esfuerzo, esto significa que la Luz ha llegado a nuestra vida.
Nuestras emociones, nuestro estado mental, nuestro estado de conciencia y cada uno de los sucesos que ocurren a nuestro alrededor es una mera expresión de la Oscuridad o de la Luz que hemos invitado a entrar a nuestras vidas. No hay nada más. Así de simple.
El problema con la humanidad es que no se nos ha enseñado a pensar o a vivir según este sencillo paradigma. Vivimos nuestras vidas mediante el sistema de prueba, ensayo y error, sin saber que, en realidad, todo es tan sencillo como Oscuridad y Luz.
Estas consideraciones nos llevan hacia una cuestión que quizá haya surgido en tu mente en este momento: ¿cómo entonces podemos aumentar la cantidad de Luz en nuestras vidas? Y, lo que es más importante, ¿dónde está esta Luz?
Cada vez que renunciamos a un deseo egoísta y elegimos un comportamiento desinteresado, cada vez que elegimos nuestra respuesta en lugar de reaccionar, hacemos un cambio en nuestra vida, cada vez que brindamos amor fraterno aun cuando no nos den lo mismo a cambio, y asi, sucesivamente recibimos un poco más de Luz. Además, nuestros esfuerzos también benefician a nuestras familias, pues les otorgan una fuerza adicional para identificar y transformar su propio egoísmo. Y a medida que una familia experimenta el poder de la transformación espiritual y se conecta al mundo de Luz, estos beneficios se extienden a sus amigos, vecinos y comunidad.
Durante los próximos dias, ¡disemina más Luz en tu vida! A medida que la gente de todo el mundo logra apartarse de los dictados del ego y acercarse al desinterés propio, el planeta entero se transformará en un paraíso.
Un mundo mejor que todos anhelamos.
Yehudá Berg