La plomada es la Joya del H:.2º Vig:. quien desde el sur vigila la columna del norte donde trabajamos los AA:.MM:. Se define como un Instrumento compuesto por una pesa cilíndrica o cónica de metal que se sujeta al extremo de una cuerda para que ésta, tensada por la fuerza de la gravedad, señale la línea vertical.
Pareciera fácil construir una estructura vertical si tomamos el suelo por comienzo, así mismo parece ser simple aspirar a la verticalidad del pensamiento; subestimando por mucho el hecho de que la vertical no va del piso hacia arriba sino del centro hacia la periferia. Decir esto no sería de mucho acierto para el principio matemático de que la vertical es toda aquella línea paralela al eje de las “Y” y perpendicular al de las “X” en un plano cartesiano.
Así una línea inclinada bajo este principio aun procediendo del centro no seria vertical sino una pendiente o conjunción tanto de vertical y horizontal, puesto que su figura marca su dirección y no su principio. Puesto que la tierra aun siendo polar y teniendo definidos N y S ejerce su fuerza de gravedad de la periferia hacia el centro sin excepción, entonces para construir un algo verticalmente de forma práctica diremos de abajo hacia arriba o del centro a la periferia.
La expansión del pensamiento así como la vertical va, del centro a la periferia, de abajo hacia arriba, del microcosmos, al macrocosmos, del interior al exterior; pero ¿dónde está ese centro?, ¿dónde es abajo?, ¿dónde el microcosmos?, ¿dónde el interior?
He aquí la función tan benéfica de la plomada marcando este punto de inicio hacia la vertical de la expansión, así como una brújula nos da el norte, así el H:.2º Vig:. vigila e instruye la columna del norte, donde trabaja el A:.M:. primer grado Masónico en cualquiera de los ritos.
Tomando esto a consideración, no necesariamente la perpendicular del piso nos dará la vertical pues si estamos parados a la mitad de un valle o una colina y comenzamos a construir una estructura, esta será construida de forma inclinada, por lo tanto el masón que conoce y utiliza como primer herramienta maestra La Plomada sabe dónde empezar la expansión de su conocimiento siguiendo la vertical y no depende del lugar en donde este parado ni de su religión, ideología o creencia; porque el conocimiento hacia la verdad crece tanto en valles como en colinas y va hacia arriba siempre que tenga inicio; El cual debe de ser mediado por otros factores como el orden que en aquel plano matemático traza en conjunto la pendiente a través de la unión de coordenadas que tanto verticales como horizontales formando la escalera masónica en sus diferentes grados y que el conocimiento debe de ser transmitido de esta manera. Así sabe a dónde va solo por el hecho de saber de dónde viene y no tiene como aspiración ser como aquel que sostiene la plomada, pero si espera algún día tener la dicha de sostenerla para marcar el punto en donde inicia la vertical a quien tiene deseos de expansión pero no sabe de dónde comenzar.
La "Enciclopedia de la Francmasonería", de Albert Gallatin Mackey, destaca que La Plomada "Es el símbolo de la rectitud de conducta, e inculca esa integridad debida, y senda sin desvío de la rectitud moral que sólo distinguen al hombre bueno y justo".
Hago énfasis en ésta cita porque sencillamente el Masón está en la búsqueda constante de la verdad que lo liberará de todas sus miserias. Debe romper lanzas por el bien, esgrimiendo en alto la espada de la virtud y debe estar en la búsqueda de su YO, y convertirse en centinela perenne de su evolución interior.
MacKey precisa en su obra que "Como el artesano activo erige su residencia temporal con la observancia estricta de la línea perpendicular, que no le permitirá desviarse lo ancho de un hilo a la derecha e izquierda, así es que la Masonería Especulativa, guiada por los principios infalibles del derecho y verdad inculcados en las enseñanzas simbólicas del mismo implemento, permanece firme e inalterable en la persecución de la verdad, sin doblegarse ante el ceño adusto de la adversidad y sin ceder a las seducciones de la prosperidad".
El Masón, guiado por La Plomada, es recto, justo, bondadoso, moderado, sabio y estará estrictamente apegado a la verdad.
Pareciera fácil construir una estructura vertical si tomamos el suelo por comienzo, así mismo parece ser simple aspirar a la verticalidad del pensamiento; subestimando por mucho el hecho de que la vertical no va del piso hacia arriba sino del centro hacia la periferia. Decir esto no sería de mucho acierto para el principio matemático de que la vertical es toda aquella línea paralela al eje de las “Y” y perpendicular al de las “X” en un plano cartesiano.
Así una línea inclinada bajo este principio aun procediendo del centro no seria vertical sino una pendiente o conjunción tanto de vertical y horizontal, puesto que su figura marca su dirección y no su principio. Puesto que la tierra aun siendo polar y teniendo definidos N y S ejerce su fuerza de gravedad de la periferia hacia el centro sin excepción, entonces para construir un algo verticalmente de forma práctica diremos de abajo hacia arriba o del centro a la periferia.
La expansión del pensamiento así como la vertical va, del centro a la periferia, de abajo hacia arriba, del microcosmos, al macrocosmos, del interior al exterior; pero ¿dónde está ese centro?, ¿dónde es abajo?, ¿dónde el microcosmos?, ¿dónde el interior?
He aquí la función tan benéfica de la plomada marcando este punto de inicio hacia la vertical de la expansión, así como una brújula nos da el norte, así el H:.2º Vig:. vigila e instruye la columna del norte, donde trabaja el A:.M:. primer grado Masónico en cualquiera de los ritos.
Tomando esto a consideración, no necesariamente la perpendicular del piso nos dará la vertical pues si estamos parados a la mitad de un valle o una colina y comenzamos a construir una estructura, esta será construida de forma inclinada, por lo tanto el masón que conoce y utiliza como primer herramienta maestra La Plomada sabe dónde empezar la expansión de su conocimiento siguiendo la vertical y no depende del lugar en donde este parado ni de su religión, ideología o creencia; porque el conocimiento hacia la verdad crece tanto en valles como en colinas y va hacia arriba siempre que tenga inicio; El cual debe de ser mediado por otros factores como el orden que en aquel plano matemático traza en conjunto la pendiente a través de la unión de coordenadas que tanto verticales como horizontales formando la escalera masónica en sus diferentes grados y que el conocimiento debe de ser transmitido de esta manera. Así sabe a dónde va solo por el hecho de saber de dónde viene y no tiene como aspiración ser como aquel que sostiene la plomada, pero si espera algún día tener la dicha de sostenerla para marcar el punto en donde inicia la vertical a quien tiene deseos de expansión pero no sabe de dónde comenzar.
La "Enciclopedia de la Francmasonería", de Albert Gallatin Mackey, destaca que La Plomada "Es el símbolo de la rectitud de conducta, e inculca esa integridad debida, y senda sin desvío de la rectitud moral que sólo distinguen al hombre bueno y justo".
Hago énfasis en ésta cita porque sencillamente el Masón está en la búsqueda constante de la verdad que lo liberará de todas sus miserias. Debe romper lanzas por el bien, esgrimiendo en alto la espada de la virtud y debe estar en la búsqueda de su YO, y convertirse en centinela perenne de su evolución interior.
MacKey precisa en su obra que "Como el artesano activo erige su residencia temporal con la observancia estricta de la línea perpendicular, que no le permitirá desviarse lo ancho de un hilo a la derecha e izquierda, así es que la Masonería Especulativa, guiada por los principios infalibles del derecho y verdad inculcados en las enseñanzas simbólicas del mismo implemento, permanece firme e inalterable en la persecución de la verdad, sin doblegarse ante el ceño adusto de la adversidad y sin ceder a las seducciones de la prosperidad".
El Masón, guiado por La Plomada, es recto, justo, bondadoso, moderado, sabio y estará estrictamente apegado a la verdad.