viernes, 5 de noviembre de 2010

Aprendamos de los gansos


El próximo otoño, cuando veas a los gansos dirigiéndose hacia el sur para el invierno, fíjate que vuelan en forma de V. Tal vez te interese saber lo que la ciencia ha descubierto del porque lo hacen de esa forma y no de otra.
Se ha comprobado que cuando cada pájaro bate sus alas, produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de el. Volando en formación en V la bandada completa aumenta por lo menos el 71% más su poder que si cada pájaro volara solo.
Primera deducción: Cuando compartimos una dirección en común y tenemos sentido de comunidad, podemos llegar a donde deseamos más fácil y más rápido.
Cada vez que un ganso se sale de la formación y siente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de volar solo y de inmediato se incorpora de nuevo a la fila para beneficiarse del poder del compañero que va por adelante.
Segunda deducción: Si tuviéramos la lógica de los gansos nos conservaríamos unidos con aquellos que se dirigen en nuestra misma dirección.
Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso toma su lugar.
Tercera deducción: Obtenemos resultados óptimos cuando hacemos turnos rotativos para realizar trabajos difíciles.
Los gansos que van detrás producen un sonido propio de ellos, y hacen esto con frecuencia para estimular a los que van adelante a mantener la velocidad.
Cuarta deducción: Una palabra de aliento siempre produce grandes resultados.
Finalmente, cuando un ganso se enferma o cae herido de un disparo, dos de sus compañeros se salen de la formación para auxiliarlo y lo siguen para ayudarlo y protegerlo quedándose con él hasta que este nuevamente en condiciones de volar o muere.
Solo entonces los dos acompañantes vuelven a la bandada o se unen a otro grupo.
Quinta deducción: Si tuviésemos la inteligencia de los gansos,nos mantendríamos unidos uno al lado del otro ayudándonos y acompañándonos.