martes, 22 de junio de 2010

Interpretación del Poema "Masa" de César Vallejo


(La humanidad entre el materialismo y la espiritualidad)


MASA

Al fin de la batalla,
y muerto ya el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: "No mueras, te amo tanto!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:
"No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: "¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: "¡Quédate, hermano!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vió el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...


César Vallejo Mendoza (1892-1938) fue un poeta de la condición humana, cuyo arte no podía ser indiferente al dolor y sufrimiento humano, es por ello que muchos de sus poemas tienen un tono desgarrador pero debido a su inteligencia y extraordinaria técnica, sus versos no pierden la lucidez de un autor cerebral, solidario con el género humano y poeta en toda la extensión del término, creando belleza a partir de cualquier motivación y circunstancia humana y a la vez poeta metafísico, ansioso por develar las razones últimas del ser y la existencia.
El poema de este artículo es Masa del libro recopilado tras su fallecimiento España aparta de mi este cáliz (1937), donde se opera el milagro de la resurrección de un muerto ante el amor liberado por la humanidad que lo contempla caído y que le invita a asumir de nuevo la vida.
En Masa hay una dicotomía de muerte y vida, es un solo muerto caído en la batalla, que mueve a un hombre, luego a otros hasta elevar el número por progresión geométrica a toda la humanidad, los vivos buscan levantar por amor al muerto para vencer a la muerte. Este único muerto revive después de haber experimentado tristeza y emoción ante el ruego global de los hombres de seguir viviendo con ellos.
Representación de los hombres: Los hombres son todos los personajes del poema, los vivos y el cadáver, todos ellos llegan a uniformarse en la condición humana, se hacen conciencia solidaria y fraternal para con el caído en batalla, el origen de la muerte de este soldado pertenece al pasado del poema, la muerte se reproduce desde este pasado hasta que el muerto puede levantarse y caminar. Hay un primer hombre que se acerca al occiso, este humano vivo es quien desata la reacción en cadena de la concurrencia en masa en torno al caído para implorarle que asuma la vida porque ahora todos los seres humanos lo aman. Los otros hombres están representados por números, “dos, veinte, cien, mil, quinientos mil”, para expresar el amor y la esperanza colectiva en un mundo fraterno. Los hombres se han reconocido como hermanos, entre vivos y muertos, los millones le dicen “¡Quédate hermano!”, pensar la vida hace quererla por la noción de igualdad y porque los hombres vivos están luchando igual que el cadáver contra la sensación de aplastamiento por la muerte.
La actitud ante la muerte: En este poema, la actitud de los vivos es el amor y el ruego por convencer al caído de que se levante, el primer hombre, a quien el resucitado abrazará al final comienza: “No mueras, te amo tanto”, es decir reconoce su lugar en el mundo que es irremplazable, el individuo desconocido mantiene su identidad, está en potencia de conocer al otro, de compartir, la vida con él. Dos hombres más le dirán al difunto “¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!”, seguir con vida implica valor para afrontar el sufrimiento, los hombres van al encuentro con la muerte pero desean revertirla, Vallejo vivió preocupado por descubrir la alegría de la vida y evitar la preocupación por su fin, pues en su poesía pensar en la muerte es hacerla existir.
Contrasta al inicio, la actitud del caído “Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo”. Esta recurrencia de una frase en el poema refleja la crisis espiritual de Vallejo, su temor a la muerte absoluta del ser, pero este poemario tiene connotación religiosa, y el poema sigue un hilo con el resto del poemario, un artista consumado como Vallejo no puede negar radicalmente la posibilidad de la vida espiritual. El cadáver tiene que responder ante el amor, pero parece imposible: “Tanto amor y no poder nada contra la muerte”; la respuesta milagrosa la motiva la humanidad entera, que despierta la sensibilidad en el cadáver, para que se acerque al primer hombre, quizá más cerca de él en el escenario donde se hallaba caído, pero también más cerca de el por la conexión del amor y la solidaridad.
Vallejo pues, responde a un evento importante de su tiempo, la guerra civil española en el poema Masa, pero también expresa su disyuntiva entre asumir el materialismo como fin de la vida, resignándose a buscar solo la igualdad en la materia o creer en la espiritualidad del hombre, como fuente del amor, la solidaridad o la fraternidad. Indicio de su preocupación por la vida del espíritu fue su obsesión por la muerte en sus poemas, pero también el proyecto de un encuentro fraterno entre los hombres, sugerido desde la literatura, como reflejo del proyecto del vanguardismo, llegar a hacer que los hombres se humanicen por el arte.