martes, 21 de julio de 2009

IMAGEN MORAL Y FÍSICA DEL HÉROE CORONEL LEONCIO PRADO GUTIERREZ


A las Repúblicas de Centro y Sur América.

PROCLAMA
Compatriotas:
Casi a vuestras puertas un puñado de valientes sostiene hace 10 años una titánica lucha por alcanzar su independencia contra un ejército numeroso y aguerrido.
Abundancia de preciosa sangre ha corrido y corre en los combates; crímenes y horrores marcan las huellas de un feroz contrario; devastación y ruina cubren gran parte del suelo de aquella isla desgraciada, y vosotros que por siglos también sufristeis la insoportable tiranía española, no podéis ver con criminal indiferencia tanta opresión y tanta crueldad por un lado, y tanta abnegación y tanto heroísmo por el otro.
Cuba, la heroica Cuba, lucha por alcanzar su libertad, y vosotros habéis contemplado la grandeza y el valor, la abnegación y la fe, la constancia y el heroísmo con que uno tras otro han caído los soldados de la libertad en la Isla infortunada.
Todo lo que hay de más noble y grande para el hombre, la justicia en el derecho, la dignidad en la conciencia, la paz y la felicidad en la libertad y el trabajo, todo, absolutamente todo, está empeñado en esta terrible contienda, que el mundo contempla indiferente.
Ellos y nosotros, miembros todos de una misma familia y compañeros hasta ayer de los mismos infortunios, unos son nuestros pesares y unas mismas nuestras halagüeñas esperanzas.
Por ello, infatigable en mis trabajos por la independencia de Cuba; inquebrantable en mi propósito; cada día más firme en la convicción del triunfo infalible de su causa, os pido para ella vuestra ayuda moral y material; esa ayuda que todas esas repúblicas recibieron cuando trataron de sacudir el yugo colonial; ayuda que por lo mismo estáis en el deber ineludible de acordar a quien, siguiendo vuestro ejemplo, trata hoy de romper las cadenas que la oprimen.
Apoyado por vosotros fácil me será realizar combinaciones que den por resultado, en breve plazo, la absoluta independencia de esa Antilla. Quiero contribuir a que quede para siempre lanzada de América la horrible tiranía española que la afrenta, y me obligan a ello mi honor de peruano, mi amor inmenso a la libertad y mi odio profundo a la tiranía.
Para realizar tan seductora idea necesito de vosotros, y si logro vuestro generoso apoyo, os juro que muy pronto quedarán restituidas la libertad y la felicidad de un pueblo heroico; libertad y felicidad que con impía saña le niegan sus feroces enemigos.

Leoncio Prado Gutiérrez. (1)
(1)La Independencia, New York; Marzo, 30 de 1878, p.4, col.3. En García del Pino, César, op.cit