Cuenta una pequeña leyenda que al
gran filósofo y matemático griego Tales de Mileto, se le acercó un día un
sofista quien tratando de confundirlo le hizo nueve preguntas a manera de
probar su sabiduría:
1) ¿Qué
es lo más antiguo? Dios, porque siempre ha existido
2) ¿Qué
es lo más bello? El universo, porque es obra de Dios
3) ¿Cuál
es la mayor de todas las cosas? El espacio, porque contiene todo lo creado
4) ¿Qué
es lo más constante? La esperanza, porque permanece en el hombre después que lo
ha perdido todo
5) ¿Cuál
es la mejor de todas las cosas? La virtud, porque sin ello no existiría nada
bueno
6) ¿Cuál
es la más rápida de todas las cosas? El
pensamiento, porque en menos de un minuto nos permite volar hasta los confines
del universo
7) ¿Cuál
es la más fuerte de todas las cosas? La necesidad, porque es con lo que el
hombre enfrenta a todos los peligros en la vida
8) ¿Cuál
es la más fácil de todas las cosas? Dar
consejos,
9) Luego
vino la última pregunta que dejó atónito al sofista quien no logró entender la
respuesta de Tales: ¿Y cuál es la más difícil de todas las
cosas? El sabio respondió: "Conocerse a sí mismo".