Anclados en la historia,
Cautivos, de la mente infantil, en
sus balbuceos,
Atrapados en las incompletas
circunvoluciones
De nuestro rústico cerebro,
Así pensamos y nos manifestamos.
Adorando nuestras fantásticas
proyecciones
De virtudes y potencias,
Y temerosos de nuestras
fantasmagóricas sombras.
Así deambulamos y vivimos.
¿Cómo sacudirnos siglos de
acondicionamientos?
¿Cómo liberarnos de milenios de
adoctrinamientos?
Pues nacimos puros e inocentes,
Pero fuimos forjados a mazazos de
miedos y mentiras,
Crecimos rebeldes y creativos,
Y envejecemos aherrojados de
obligaciones e intereses.
Por eso, atesoro estos litúrgicos
momentos
Rodeado de corazones fraternos y
Simbólica sabiduría
Con instantes apenas de vuelo
espiritual,
Fugaces momentos de libertad
intelectual
Mágicos relámpagos de creación
literaria.
¿Acaso no son estos hermosos
momentos
Imágenes de futuros lejanos
De mundos justos, sanos y sabios?
Estos son de nosotros, Masones,
afortunados humanos, nuestros verdaderos paraísos,
Estas son nuestras verdaderas
columnas celestiales,
Estos en vida, son nuestro lugar
cierto
En el eterno oriente.
Q:.H:.Gilberto
Higareda Cuevas,
Or:. México