El Venerable Maestro me pide que os
hable brevemente de los principios del Arte Real, labor a la que los masones
nos dedicamos en nuestros Templos, edificados a la Gloria del Gran Arquitecto
del Universo, pues es Él quien nos transmite, a través de los símbolos, los
ritos y las leyendas sagradas, la influencia espiritual que ilumina nuestras
conciencias y nos permite discernir la luz en las tinieblas, el orden en el
caos, lo universal en lo particular o individual, lo de arriba en lo de abajo,
el Cielo en la Tierra, la Unidad en la multiplicidad, en suma la Deidad en el
hombre.
Por eso es importante y fundamental
que conozcáis el significado profundo de nuestros símbolos, que son
esencialmente ideas y principios eternos revestidos de formas para que nuestra
inteligencia, que es nuestro espíritu, pueda comprender y abrirse a los
misterios de la Creación, a las leyes que rigen su armonía y equilibrio,
gracias a las cuales podemos acceder a la contemplación de la Belleza, que,
como decía nuestro antepasado Platón, es "el esplendor de lo
verdadero". Conoceréis también el valor del rito, que consiste en vivir
esos misterios en nosotros mismos, es decir en "encarnarlos", pues el
rito no es sino la "idea en acción" descendida al plano concreto,
estableciendo un eje interior que vertebra y da sentido a la totalidad de
nuestra existencia, en amplitud, anchura y profundidad, abarcando todo lo que
somos, de acuerdo a los planes emanados de la Voluntad del Gran Arquitecto, el
único y verdadero Artista cuyo gesto creativo es el modelo al que imitamos y el
que inspira todos nuestros trabajos, actos y pensamientos. Prestad asimismo
atención concentrada a las leyendas que constituyen los relatos ejemplares de
nuestra historia sagrada. Con ellas recibiréis la herencia de una memoria que
os permitirá conocer la realidad del mito y la virginidad de un tiempo siempre
presente y vertical.
Participar de esa herencia es
entregarse y amar al Conocimiento. El Arte Real que practicamos en nuestros
Talleres se llama así porque él os despertará a la verdadera realidad, y ésta
es la que acontece en el interior de vuestro corazón. Sed bienvenidos, pues,
Querido Hermano, a la Orden Masónica, heredera de los Antiguos Misterios,
aquellos que debéis actualizar para que la regeneración prometida por la
iniciación que acabáis de recibir os convierta en un auténtico "hijo de la
luz".
* La Logia Viva, Simbolismo y Masonería, publicado por Ed. Obelisco,
Barcelona, julio 2006.