viernes, 5 de abril de 2013

Las puertas del Infierno


Las puertas del infierno (La Porte de l'Enfer) es un monumental grupo escultórico creado por el artista francés Auguste Rodin. Mide 6,35 m de alto, 4 de ancho y 1 de profundidad. Contiene 180 figuras cuyas dimensiones fluctúan entre los 15 cm y más de un 1 m.
Fueron encargadas en 1880 por Edmond Turquet a Rodin en nombre del estado, etiquetado como «impresionista», para el futuro Museo de Artes Decorativas de París a fin de desagraviarlo tras su mala acogida inicial, pero el proyecto quedó cancelado y permaneció en el taller del escultor que le fue haciendo añadidos hasta su muerte en 1917. Actualmente se encuentran en el Museo Rodin de París, pero no están completas: al escritor Octave Mirbeau, amigo de Rodin, debemos la única descripción del estado inicial, en 1885. El material es bronce, aunque no se fundió hasta después de la muerte del artista.
La iconografía está basada en La Divina Comedia de Dante y en los poemas de Baudelaire de su obra Las flores del Mal, tratando de realizar una gran alegoría del amor y la condena. Tal vez, y dada la dedicación del autor una vez cancelado el encargo a esta obra inacabada, se trate de una reflexión sobre la condición humana, con sus luces y sombras.
Auguste Rodin fue, sin lugar a dudas, el mejor escultor de su época. De origen muy modesto, suspendió tres veces el examen de ingreso en la Escuela de Bellas Artes de París, pese a sus dotes extraordinarias como dibujante.
Iniciado en Masonería a los 25 años de edad en el año 1865, en la Logia "L'école du Liberté" (“La Escuela de Libertad”) jurisdiccionada al Gran Oriente de Francia, muy pronto se sintió motivado a plasmar sus conocimientos masónicos en una obra escultórica mayor "Los Tres Tiempos" (“Les Trois Temps”), inspirada en las tres edades del Masón en su paso por los grados de Aprendiz, Compañero y Maestro.. 
Para Rodin, el artista no debía ser un esclavo del modelo, al contrario: era el artista el que escogía, con su propio ojo y sensibilidad, el objeto a representar y por medio de su imaginación era capaz de modificarlo para crear así una imagen totalmente nueva a los ojos del mundo.
Y dejarnos para la eternidad un valor importante, la fuerza del arte como una forma de buscar la perfección de las ideas y del mundo por amor a la humanidad.