¿Cuál es el mayor premio que puede recibir un buen masón?
Y las respuestas son siempre semejantes: “Haber sido nombrado miembro de honor”, “Haber cumplido 25, 50 o mas años como masón activo”, “Ser garante de amistad”, “Ocupar un cargo responsable dentro de la institución”, etc, etc, etc...Y dije semejantes, porque todas se rigen por el mismo patrón; O son premios que recibimos de seres humanos, o son premios que creemos merecer por antigüedad. Aquí quiero aclarar que no tengo nada en contra de los reconocimientos y los estímulos. Al contrario, creo que estos deben otorgarse en vida porque ayudan a vivir, ayudan a seguir luchando.
Pero este articulo se refiere al mayor premio que puede recibir un masón. Y no hay que ser filosofo ni erudito para saber que existe una gran distancia entre estos “premios”, que aunque extraordinarios, se apartan mucho, por su vinculo con lo material, del premio espiritual que regala el G:.A:.D:.U:. al verdadero buen masón. Este regalo lo hemos sentido casi todos los masones una que otra vez, porque aparte de que todos los masones son buenos, una que otra vez, Dios los hace mejores, pues gracias a las bendiciones que derramó sobre nuestras cabezas en nuestra Iniciación, en nuestro Ascenso, y más aun en nuestra Exaltación, nos apartamos a diario de las miserias humanas y los sentimientos egoístas, practicamos la caridad y la altruista labor para la cual la masonería fue fundada.
Pero este articulo se refiere al mayor premio que puede recibir un masón. Y no hay que ser filosofo ni erudito para saber que existe una gran distancia entre estos “premios”, que aunque extraordinarios, se apartan mucho, por su vinculo con lo material, del premio espiritual que regala el G:.A:.D:.U:. al verdadero buen masón. Este regalo lo hemos sentido casi todos los masones una que otra vez, porque aparte de que todos los masones son buenos, una que otra vez, Dios los hace mejores, pues gracias a las bendiciones que derramó sobre nuestras cabezas en nuestra Iniciación, en nuestro Ascenso, y más aun en nuestra Exaltación, nos apartamos a diario de las miserias humanas y los sentimientos egoístas, practicamos la caridad y la altruista labor para la cual la masonería fue fundada.
¡No existe premio mayor que el que en el alma se siente cuando se cumple con el deber!
La tranquilidad de conciencia que se experimenta cuando se actúa con justicia, con honor y con valor. Cuando se es capaz de renunciar a cualquier privilegio o interés de índole personal que conlleve a la deshonra, o manche nuestra dignidad como hombre y como masón, La altura con que se actúa, cuando se ponen los intereses de la Masonería y de la Patria primero, a costa incluso de criticas, burlas y ataques de los que obviamente no tienen nada de masones. ¡El mayor premio que puede recibir un buen masón es la satisfacción de serlo!
En los buenos masones no cabe un ápice de egoísmo y sí un mundo lleno de justicia, tolerancia, comprensión y mas. El buen masón no debe hacer alarde de su inteligencia, y mucho menos con esa actitud tratar de disminuir la de sus Hermanos, al contrario, debe contribuir a enriquecer el intelecto del prójimo. Debe afrontar los deberes con la seriedad y responsabilidad que caracteriza a un buen obrero, similar a las abejas de una colmena. Siempre alejándose del protagonismo, del egoísmo, y de todo lo que pueda ensuciarlo con un sentimiento no compatible con el que debe tener un masón, que es el bien de la humanidad.
La labor del masón es contribuir a la Libertad, Igualdad y Fraternidad. Apartarse del vicio, abatir al ambicioso, combatir la ignorancia y desenmascarar al hipócrita. El masón es un hombre libre y de buenas costumbres. El buen masón sabe que la verdad no muere jamás, por ello el masón y la mentira son enemigos irreconciliables. Pues cuando el masón es bueno nunca muere. Sigue vivo en el corazón de sus Hermanos.
La tranquilidad de conciencia que se experimenta cuando se actúa con justicia, con honor y con valor. Cuando se es capaz de renunciar a cualquier privilegio o interés de índole personal que conlleve a la deshonra, o manche nuestra dignidad como hombre y como masón, La altura con que se actúa, cuando se ponen los intereses de la Masonería y de la Patria primero, a costa incluso de criticas, burlas y ataques de los que obviamente no tienen nada de masones. ¡El mayor premio que puede recibir un buen masón es la satisfacción de serlo!
En los buenos masones no cabe un ápice de egoísmo y sí un mundo lleno de justicia, tolerancia, comprensión y mas. El buen masón no debe hacer alarde de su inteligencia, y mucho menos con esa actitud tratar de disminuir la de sus Hermanos, al contrario, debe contribuir a enriquecer el intelecto del prójimo. Debe afrontar los deberes con la seriedad y responsabilidad que caracteriza a un buen obrero, similar a las abejas de una colmena. Siempre alejándose del protagonismo, del egoísmo, y de todo lo que pueda ensuciarlo con un sentimiento no compatible con el que debe tener un masón, que es el bien de la humanidad.
La labor del masón es contribuir a la Libertad, Igualdad y Fraternidad. Apartarse del vicio, abatir al ambicioso, combatir la ignorancia y desenmascarar al hipócrita. El masón es un hombre libre y de buenas costumbres. El buen masón sabe que la verdad no muere jamás, por ello el masón y la mentira son enemigos irreconciliables. Pues cuando el masón es bueno nunca muere. Sigue vivo en el corazón de sus Hermanos.