Se puede entender como filosofía el trabajo de
buscar intelectualmente el conocimiento de sí mismo, a través del desarrollo de
un arquetipo personal, que considera una forma de interpretar la realidad, de
la vida, y de los fenómenos cognoscibles por el hombre.
Esta definición, general, casi universal, para los
masones es conocida, la masonería simbólica, es decir Aprendiz, Compañero y
Maestro tienen como gran objetivo lograr el conocimiento de si mismo.
La iniciación masónica distingue tres fases,
consagradas sucesivamente al descubrimiento, a la asimilación y la propagación de la Luz. o tres instancias
que se corresponden a los tres niveles siguientes:
Información: El prefijo “in” significa direccionar
hacia adentro, es decir colocar una forma en un lugar, en otras palabras un
conocimiento en nuestra mente.
Formación: Dar forma, modelar nuestra mente y todo
nuestro ser a partir del conocimiento recabado.
Transformación: El prefijo “trans” hace referencia a
un cambio de una forma a otra, modificando lo viejo por algo nuevo. Transmutar
algo en otra cosa”.
Siendo así, podemos distinguir tres instancias
necesarias:
“Información” conocimientos teóricos que debe dejar
paso a una “Formación” incorporación de actitudes, habilidades e instrumentos
que conviertan la teoría en vivencia, a fin de alcanzar una “Transformación”,
una sabiduría viva.
Estas fases están representadas por los tres grados
de Aprendiz, Compañero y Maestro, que corresponden a la triple misión de los
masones.
La masonería simbólica debe responder por la trilogía
existencial de: ¿De dónde Vengo?, ¿Quién soy?, ¿A dónde voy?, pasado, presente
y futuro, primer, segundo y tercer grado, los tres mundos, físico , psíquico,
espiritual, fuerza, belleza, sabiduría, el control de lo físico, la emoción y
la mente, buscar la luz, poseer la luz, difundir la Luz.
En cada grado el conocimiento, el saber más, va
desarrollando el conocimiento de si mismo, el conocimiento más profundo ese
conocimiento que perfecciona al hombre, al masón.
Lo señalado demuestra que hay un amplio espacio para
definir, comprender y concebir los ámbitos de la filosofía, sus alcances y
contenidos.
Tres temas constituyen la filosofía general, que
comparándolos con el quehacer masónico podremos concluir que no hay una
definición única, como son todas las visiones en la masonería, hay diferentes
interpretaciones, quizás tantas como miembros de las logias existan.
Un tema que es propio de la filosofía es, la LÓGICA,
disciplina que nos facilita el acceso a la filosofía, nos habla del pensamiento
correcto, es decir para filosofar o pensar sobre cualquier tema debemos pensar
correctamente, elaborar conceptos y juicios válidos.
¿Cual es la Lógica masónica que nos permite el
pensamiento correcto?. La lógica masónica esta dada por el primer acto
voluntario del masón al ingresar y que a la vez es un requisito. La iniciación.
Oswald Wirth escribió: “La iniciación masónica tiene
como objetivo iluminar a los hombres, a fin de enseñarles a trabajar útilmente,
en plena conformidad con las finalidades mismas de su existencia. Ahora bien,
para iluminar a los hombres, en primer lugar se hace necesario liberarlos de
todo lo que puede impedirles ver la Luz. Esto se logra sometiéndolos a ciertas
purificaciones, destinadas a eliminar las escorias heterogéneas, causales de la
opacidad de aquellas envolturas que sirven como cortezas protectoras del núcleo
espiritual humano. Cuando las mismas se vuelven cristalinas, su perfecta
transparencia deja penetrar los rayos de la Luz exterior hasta el centro
consciente del iniciado. Todo su ser, entonces, se satura progresivamente,
hasta llegar a convertirse en un Iluminado, en el sentido más elevado de la
palabra, vale decir un Adepto, transformado ya en un foco irradiante de Luz”.
La iniciación, equivale a nuestro segundo
nacimiento, es voluntaria, activa y permanente, es la que genera la lógica de
la perfectibilidad, nacer de nuevo para ser mejor, nacer de nuevo porque
reconocemos errores en nuestra existencia anterior. Nacer mejor, pensar mejor, hacer
mejor.
Para el masón lograr el pensamiento correcto y luego
el hacer correcto, es un permanente entrenamiento, armado de mazo y cincel, sus
herramientas básicas, más el silencio, que se impone a todo aprendiz, es la
forma cómo la masonería enseña más que hablar más que emitir sonidos, le enseña
a centrarse en el pensamiento lo que se exterioriza a través de nuestra posición
corporal o en los signos de reconocimiento.
La GNOSEOLOGÍA es otro tema de la filosofía. Al
hombre más allá de lo correcto que pueda ser su pensamiento, la lógica que
pueda tener, lo que le preocupa es si
ese pensamiento correcto lo ha llevado a conclusiones verdaderas o falsas, si
corresponde a la realidad o no. La forma de adquirir el conocimiento, no
estamos hablando del saber más sino, ¿El cómo sabemos?, ¿Podemos alcanzar la
verdad?, ¿Qué es conocer? ¿Cómo conocemos?, ¿Conozco porque las cosas están en
mi mente? o ¿Porque realmente existen independiente de mí?.
¿Cómo conoce la masonería?, ¿Cual es la parte
gnoseológica de la masonería?, ¿Cómo saber que lo que estoy viendo es verdad y
no estoy influenciado por mis emociones?, como decía un hermano las emociones
son formadas, educadas, por tanto enfrentar un hecho desde esa visión lo más
probable que no sea real o va ser bajo esa óptica. Guénon recuerda que “el
sentimiento no es más que relatividad y contingencia y que una doctrina que se
dirige y actúa sobre este sentimiento no puede ser ella misma más que relativa
y contingente”.
Libre y de buenas costumbres dice la regla básica de
la masonería, y esto es fundamental la libertad es requisito para la corrección
y verdad del pensamiento, no es decir que tenemos la verdad pero el no estar
atado a una doctrina permite ver sin emociones otra realidad otra verdad.
LA METAFÍSICA según algunas definiciones es aquella
parte de la filosofía que estudia el ser, en cuanto tal, considerando la
palabra ser a todo lo que existe, la palabra metafísica en griego significa más
allá de lo físico, el estudio del ser también se llama ontología.
“Todos los hombres tienen por naturaleza el deseo de
saber”. Con estas palabras se inicia el libro primero de la Metafísica de Aristóteles.
Ese deseo de saber culmina en la adquisición de la sabiduría que consiste, para
Aristóteles, en el conocimiento de las causas y los principios del ser. Y ese
conocimiento es el objeto de la metafísica, de la ciencia de las primeras
causas y principios del ser, el conocimiento del ser “en cuanto ser”, el
conocimiento de la causa última de la naturaleza y de la realidad”.
El tema del ser de la existencia cruza los tres
grados de la masonería, el ejercicio o
tarea de conocerse a si mismo, exige
plantearnos el tema de la existencia hoy en lo temporal y en lo eterno.
La existencia de un creador que nosotros llamamos
G:.A:.D:.U:. y la inmortalidad del alma reflejadas ambas en la leyenda del
tercer grado, nos hablan de un ser que es y no es, que es único y está en todas
parte, por otro lado nos habla del hombre del ser finito, del hombre temporal
que en su existencia debe prepararse para la muerte y su nuevo nacimiento.
Esto es preocupación permanente en nuestra institución.
Además de la lógica, gnoseología, metafísica o
ontología existen disciplinas de la filosofía que están presente en el estudio
de los distintos grados, como aquellas que hablan de la estética, la ética,
etc.
CONCLUSIÓN
Cuando nos preguntamos si es correcto lo que decimos
si estamos aprehendiendo la realidad, si nos preguntamos por nuestra
existencia, la del G:.A:.D:.U:., sobre la muerte, etc. Cada uno está haciendo
filosofía en su particular forma pero practicando el ideal masónico, “Un masón
libre en una Logia libre”.
La
autoconstrucción personal, que describieron las hermandades de constructores,
es hoy un verdadero método de construcción personal y social. “Lo que tú haces,
te hace”.
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