miércoles, 16 de mayo de 2018

EL HONOR



Es una virtud que puede llegar a poseer el ser humano de acuerdo al carácter moral que esté presente en el mismo, también va depender de las normas sociales y éticas por las cuales se rija y que sean aceptadas por la comunidad en la que vive; pero en realidad va más allá de pretender quedar bien con la sociedad, se trata de los principios y valores individuales de cada sujeto.
Honor, palabra que aparece a mediados del siglo X de nuestra era, proviene del latín Honos, Öris, y deriva del verbo honrar. Se define como la cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo, es la gloria o buena reputación que sigue a la Virtud, al mérito o a las acciones heroicas, la cual trasciende a las familias, personas y acciones mismas de quien se la granjea.
Honor es una divinidad alegórica de los romanos. El Templo del Honor y el de la Virtud estaban juntos y dispuestos de tal manera, que para entrar en el primero, era preciso pasar antes por el segundo.
El Honor está estrictamente ligado al cumplimiento de nuestros deberes y el Iniciado toma contacto con ellos desde la Cámara de Reflexiones en espera de la Iniciación, cuando debemos escribir nuestro Testamento y se nos pregunta sobre los deberes para con el prójimo y con nosotros mismos.
El Honor se logra solo por la práctica de la virtud y se contempla así mismo a través de los ojos de los demás. Se relaciona con la reputación, la respetabilidad o la gloria, valores que se obtienen a partir del juicio de terceros frente a los que se quiere ocupar una posición superior, ya que se establece una lucha de poder mientras se cuestiona si los demás disfrutan de la misma integridad. No se goza de gloria ni de buena o mala reputación a menos que haya un tercero que así lo certifique.
El Honor pertenece al dominio de lo privado, ya sea al interior de la intimidad de su casa o de su vida, y se pone en juego en el dominio de lo público. Es decir, la verdadera práctica de la Virtud, solo se verá reflejada en el concepto de los demás, resultando con ello el Honor que se nos otorgue. No es una cosa que nosotros la logremos por nosotros mismos, si no que solo nos será otorgado por los demás en vista de la práctica de nuestras virtudes. Actúa como una imagen especular.
Ahora podremos comprender en mejor la frase del Catecismo que dice: ¿Sois masón? Mis Hermanos me reconocen como tal, esto implica que mis hermanos reconocen que mis pasos están siendo dados por el camino de la Virtud y el reconocimiento de que soy masón es el Honor que ellos hacen al trabajo que se realiza en desbastar la piedra bruta o la práctica de la Virtud.