Gracias a nuestro cerebro, que es el órgano
que controla el resto del cuerpo, el Ser Humano ha desarrollado distintos
tipos de capacidades que a lo largo de la historia le han permitido sobrevivir,
primero en un mundo natural y hostil y luego en el mundo artificial globalizado
que hemos creado. Si bien esta lucha por la supervivencia en estos dos mundos
es continua, ya que los desafíos que nos presentan tanto el medio natural
como nuestro mundo ´civilizado´ son
permanentes, hemos llegado a un punto que, si no nos ocupamos de nuestro
mundo interior, la supervivencia del hombre y su calidad de vida no estarán
garantizadas.
Una sociedad que se basa en el paradigma
HACER-TENER-SER, que vive sus logros materiales como los triunfos necesarios
para ser feliz y no tiene en cuenta a su desarrollo interior
para estos ‘éxitos´, está destinada a sucumbir. El desafío más importante de
nuestros días, está en poder lograr un cambio en el paradigma social, partiendo de una mirada a nuestro intimo
interior, ya no basta conocer y saber combatir las amenazas naturales y los
peligros del mundo artificial, para que nuestra especie sobreviva también
tiene que trascender, cambiar el HACER-TENER-SER por el SER-HACER-TENER y esto
lo lograremos sólo conociendo nuestro mundo interior y…. conquistándolo.
Lo decía Tao Tse King:
Quien conoce a los demás, es inteligente
Quien se conoce a si mismo, es
brillante.
Quien vence a los demás, es fuerte,
Quien se vence a si mismo, es
invencible
Pero… ¿es ésto posible?
¿Podemos llegar a conocer nuestras
emociones?
¿Podemos dominar nuestros impulsos?
La respuesta es, sin duda, afirmativa, claro
que no es fácil, requiere de nuestro esfuerzo, nuestra voluntad, nuestra
decisión… todos recursos que poseemos, que sólo el hombre tiene gracias al
cerebro racional que ha desarrollado.
El desafío de desarrollo entonces, es el adecuado manejo
de nuestras emociones de una manera racional.
Nuestro mundo exterior es el reflejo de nuestro mundo interior.
Ya lo decía Aristóteles en su "Ética a Nicómaco"
Nuestro mundo exterior es el reflejo de nuestro mundo interior.
Ya lo decía Aristóteles en su "Ética a Nicómaco"
"Cualquiera puede ponerse furioso…eso es
fácil. Pero estar furioso con la persona correcta, en la intensidad correcta,
en el momento correcto, por el motivo correcto, y de la forma correcta…eso no
es fácil".
La Masonería es una escuela de vida que nos
brinda esas herramientas simbólicas que nos permiten ir descubriendo y
desarrollando ese mundo interior nuestro todavía no explorado. Debemos de
partir por mejorar primero nosotros mismos. Sólo así pretenderemos intentar mejorar a los demás.
Atrévete a transformarte en un Ser Humano.
Atrévete a transformarte en un Ser Humano.