viernes, 14 de febrero de 2014

Ei desafío de transformarnos en seres humanos.


Gracias a nuestro cerebro, que es el órgano que controla el resto del cuerpo, el Ser Humano ha desarrollado distintos tipos de capacidades que a lo largo de la historia le han permitido sobrevivir, primero en un mundo natural y hostil y luego en el mundo artificial globalizado que hemos creado. Si bien esta lucha por la supervivencia en estos dos mundos es continua, ya que los desafíos que nos presentan tanto el medio natural como nuestro mundo ´civilizado´  son permanentes, hemos llegado a un punto que, si no nos ocupamos de nuestro mundo interior, la supervivencia del hombre y su calidad de vida no estarán garantizadas.
Una sociedad que se basa en el paradigma HACER-TENER-SER, que vive sus logros materiales como los triunfos necesarios para ser feliz y no tiene en cuenta a su desarrollo interior para estos ‘éxitos´, está destinada a sucumbir. El desafío más importante de nuestros días, está en poder lograr un cambio en el paradigma social,  partiendo de una mirada a nuestro intimo interior, ya no basta conocer y saber combatir las amenazas naturales y los peligros del mundo artificial, para que nuestra especie sobreviva también tiene que trascender, cambiar el HACER-TENER-SER por el SER-HACER-TENER y esto lo lograremos sólo conociendo nuestro mundo interior y…. conquistándolo.
Lo decía Tao Tse King:
 Quien conoce a los demás, es inteligente
 Quien se conoce a si mismo, es brillante.
 Quien vence a los demás, es fuerte,
 Quien se vence a si mismo, es invencible 
Pero… ¿es ésto posible?
¿Podemos llegar a conocer nuestras emociones? 
¿Podemos dominar nuestros impulsos?
La respuesta es, sin duda, afirmativa, claro que no es fácil, requiere de nuestro esfuerzo, nuestra voluntad, nuestra decisión… todos recursos que poseemos, que sólo el hombre tiene gracias al cerebro racional que ha desarrollado.
El desafío de desarrollo entonces, es el adecuado manejo de nuestras emociones de una manera racional. 
Nuestro mundo exterior es el reflejo de nuestro mundo interior.
Ya lo decía  Aristóteles en su "Ética a Nicómaco"
"Cualquiera puede ponerse furioso…eso es fácil. Pero estar furioso con la persona correcta, en la intensidad correcta, en el momento correcto, por el motivo correcto, y de la forma correcta…eso no es fácil".
La Masonería es una escuela de vida que nos brinda esas herramientas simbólicas que nos permiten ir descubriendo y desarrollando ese mundo interior nuestro todavía no explorado. Debemos de partir por mejorar primero nosotros mismos. Sólo así pretenderemos intentar mejorar a los demás.
Atrévete a transformarte en un Ser Humano.