sábado, 2 de marzo de 2013

El pensamiento del Prócer



El centro del ideario de José Faustino Sánchez Carrión fue la democracia, difundió y desarrolló sus ideas en el órgano "El Tribuno de la República Peruana"; en la constitución de 1823,  quien fuera su principal redactor, así como también en las circulares y oficios (cartas), que suscribió como secretario y Ministro General del Libertador Simón Bolivar y que publicara posteriormente en “la Abeja Republicana” con el seudónimo “El Solitario de Sayán”.
El Perú del entonces siglo XVIII estaba compuesto por una ciudad aristocrática. El rey de España soberano en la península y también en el país nuestro, ejercía poder absoluto, era único propietario de vidas y de bienes, que además gobernaba en forma vitalicia; los españoles constituían la clase social privilegiada; los hombres carecían de liberad (de pensamiento, de culto, de palabra, de imprenta, etc.).
Rebelde Sánchez Carrión plantea contra la soberanía del rey, la soberanía del pueblo, contra el poder absoluto, la división y autonomía de Poderes (ejecutivo, legislativo y judicial); contra los privilegios la igualdad para el premio y para el castigo; contra el gobierno vitalicio, el gobierno a plazo fijo; contra  el monopolio real de la propiedad, el derecho a la propiedad para todos; contra el coloniaje y la opresión, la Libertad; en suma contra la sociedad aristocrática, la sociedad democrática.
El ideal de Sánchez Carrión está constituido pues por los siguientes principios fundamentales en la sociedad democrática: soberanía popular, división y autonomía de poderes; gobierno a plazo fijo, propiedad, igualdad y libertad.
Por el ideal de Sánchez Carrión nuestros antepasados lucharon en las épicas batallas de Junín y Ayacucho. Inspirados por él, ideólogos y juristas redactaron las constituciones del Perú. Gracias a él comprendimos el concepto de patria, rompimos las cadenas de la esclavitud y nos constituimos en nación soberana.
José Faustino Sánchez Carrión fue, en palabras de Jorge Basadre, “El hombre más eminente de la emancipación peruana” “El Prócer olvidado” nos ha demostrado que la pluma trabajó, tan bien como la espada, en la fundación y establecimiento de las ideas republicanas en los albores de la vida democrática de nuestro país.