sábado, 5 de febrero de 2011

La tentacion de San Antonio*


La tentación de San Antonio* es un cuadro realizado por el pintor español Salvador Dalí en 1946. La obra surrealista está pintada al oleo sobre lienzo y se conserva en Bruselas, Bégica en el Museo Real de Bellas Artes.
En el cuadro se demuestran símbolos ocultos que Salvador Dalí expresara como figura manifiesta del surrealismo: libertad e innovación. Libertad inconciente que hace fluir expontaneamente nuestros sueños interiores con la idea de liberar nuestra mente, lo que dará lugar a desarrollar un arte lleno de imaginación. Todo parece un sueño extraño lleno de imagenes simbólicas: así San Antonio intenta frenar con una cruz todas las tentaciones que le acechan. El caballo representa el deseo inconciente y la potencia sexual, simbolo de la vanidad. Al ser blanco simboliza tambien la muerte. Es emblema de la dualidad deseo-muerte, caracteristica de Dalí. Los elefantes son símbolos de pureza, fuerza, sabiduría e inmortalidad. Sus larguísimas patas los elevan hacia el cielo indicando un sentido de sublimación y la dualidad pesado-liviano. Con el caballo forman los opuestos sexualidad-pureza. La copa de la lujuria representativa de los placeres sexuales. La mujer parece no tener sexo, reflejando así el miedo castrador que sentía el autor hacia los genitales femeninos.
El obelisco, símbolo fálico de elevación espiritual representa la tentación de la inmortalidad y la soberbia. La torre con proyección hacia el cielo indica la idealización del deseo sexual, la tentación de la riqueza y el poder.
Las nubes representan el nivel intermedio que hay que atravesar para llegar a lo espiritual, así como lo blando y amorfo que demostraba su continuo estado de cambio constante. El monasterio de El Escorial es un ejemplo de arquitectura esotérica inspirada en el Templo de Salomón que se basa en las mágicas armonias entre cuadrados, triangulos y circulos. La piedra en la que se apoya el santo representa con su dureza concreta lo opuesto a lo blando de las nubes.
Para completar las incongruencias de las imagenes surrealistas, lo mismo que los son las de los sueños, la obra se completa con otras imagenes inconexas entre sí, una persona que parece bendecir a otra, un hombre con un niño de la mano, extrañas apariencias en el cielo, y todo ello en medio de un paisaje desértico y misterioso.
Obra cumbre del pintor español expresa la dicotomia existencial contextualizando las tentaciones del ermita en un tema de fé: el conflicto eterno del hombre que se debate entre lo terrenal y lo divino.