
Después de dialogar con aquellas personas que le escuchaban, se convenció de que no sabían lo que creían saber, es decir, que ignoraban su propia ignorancia, al ser consciente de su tremenda ignorancia era más sabio que ellos.
Era el oráculo de Delfos el lugar sagrado donde acudían los griegos para preguntar a los dioses las cuestiones quemás les inquietaban.
Dentro del templo, una sacerdotisa llamada Pitia (de donde se deriva la palabra pitonisa) intercedía entre el consultante y el dios Apolo.
¿Qué solían prepuntar? Pues un poco de todo: asuntos políticos, religiosos,morales.
¿Y qué tiene que ver Sócrates con el oráculo de Delfos? Pues mucho, porque el filósofo partió de una inscripción que podía leerse en este oráculo “Conócete a ti mismo” para desarrollar toda su teoría filosófica. La verdad es que todo lo que sabemos de esta importante figura del pensamiento occidental es a través de los escritos de otros, porque él no dejó ni una sóla línea escrita. Se cuenta que uno de sus amigos, Querofonte, consultó al oráculo de Delfos si había en el mundo alguien más sabio que Sócrates y el oráculo le contestó que no. Al filósofo le extrañó muchísimo porque él pensaba que no sabía nada, de echo una de sus máximas más famosas es “Sólo sé que no sé nada”.
Sócrates creía que era todo un reformador moral. Sólo le preocupaba una cosa: averiguar cómo debía comportarse el ser humano. Pensaba que conocer el bien era lo mismo que hacerlo, porque nadie hace el mal a sabiendas. Insiste: si alguien hace mal es porque no sabe que hace algo malo, por lo que no debe ser castigado. Obrar de mala manera es sólo el fruto de la ignorancia.
A modo de ejemplo: un buen zapatero nunca haría un par de zapatos malos. Lo mismo los humanos: si conocemos el bien, lo hacemos. Él decía que el saber es virtud.
La contribución de Sócrates a la filosofía ha sido de un marcado tono ético. La base de sus enseñanzas fue la creencia en una comprensión objetiva de los conceptos de justicia, amor y virtud y el conocimiento de uno mismo. Introdujo una nueva filosofía, la de la reflexión moral.
La búsqueda de la verdad por medio de la razón no es otra cosa que el bien. El que conoce busca el bien y huye del mal, que es ignorancia. Al mismo tiempo, ser virtuoso equivale a ser feliz.
Ésta es la famosa ecuación socrática, en la razón fue equiparada a la virtud y ésta , a su vez, a la felicidad. La ironía de Sócrates fue el principal motivo de su condena a la muerte con el pretexto de que había quebrantado las tradiciones e intentando corromper a la juventud.
Creía que todo vicio es el resultado de la ignorancia y que ninguna persona desea el mal; a su vez, la virtud es conocimiento y aquellos que conocen el bien, actuarán de manera justa.