Hablar de nuestro Q:.H:. Leoncio Prado Gutiérrez, es hablar del amor fraternal más sublime, aquel que se dispensa a nuestros hermanos y a todos nuestros semejantes.
El coronel Leoncio Prado Gutiérrez, fue masón y en la Orden Masónica, encontró los arcanos de la Sabiduría y la Justicia, desarrollando una gran voluntad de servir a la humanidad, en especial a su Patria.
Es probable que muchos os preguntaréis ¿Qué es la Masonería? ¿Por qué muchos hombres notables que se adelantaron a su época, pertenecieron a ella? ¿Por qué muchos hombres calladamente, siguen sus enseñanzas, preparándose para un destino señalado por el Altísimo?
La francmasonería es una sociedad universal de hombres comprometidos con la libertad y que sólo en libertad pueden desenvolverse. Su aspiración suprema es "La Libertad, la Igualdad, y la Fraternidad", lejos de ser esto una ensoñación ha significado desde los albores del siglo XVIII un compromiso cívico y moral con todos los movimientos y aspiraciones humanas, que ha puesto el acento a lo largo de centurias en la lucha por la Democracia, la Libertad, la Justicia y el progreso material y espiritual de los seres humanos de toda condición. Su código ético, su núcleo de pensamiento, el corazón de la francmasonería, hunden sus íntimas raíces en las aspiraciones más nobles, más solidarias y más universales de los seres humanos y, el ámbito de sus aspiraciones se centra en la profundización y desarrollo de la democracia y en el respeto a todas las formas y contenidos de la libertad.
Hoy vamos a recordar a un masón peruano, el Q:.H:. hermano Leoncio Prado Gutiérrez, que haciendo honor a sus principios masónicos, al igual que los HH:. Miguel Grau, Francisco Bolognesi, Alfonso Ugarte y otros, se erigió como un paladín por la libertad, de Latino América y que cuando la Patria se vio invadida, corrió a ofrecerle su sangre generosa e inocente.
Su vida masónica es destacable, fue iniciado en el "Masonic Temple" del Vall:. de Virgina - Estados Unidos de Norteamérica el 03 de marzo de 1873, fue exaltado en la R:. L:. S:. "Friendly Lodge N° 239 del Vall:. de Kingston del Gran Oriente de Jamaica el 23 octubre de 1876.
Existe una foto de propiedad del Gran Museo Masónico de la Gran Logia del Perú, en donde nuestro hermano luce los atuendos que pertenecen al grado 18º de la francmasonería filosófica, por lo que se colige, que fue miembro activo de ella.
No vamos a abundar sobre su biografía, la que es dominio de todos, conocéis quienes fueron sus padres, hermanos y los hechos más notables de su vida profana. Vamos a recalcar algunos hechos históricos, en que el H:. Leoncio Prado, tuvo actuación relevante.
El 14 de noviembre de 1876, casi sin armas ni municiones Leoncio Prado y otros 10 hombres toman por asalto el vapor español "Moctezuma", seguidamente izan la bandera cubana y rebautizan a la embarcación con el nombre "Céspedes" en recuerdo a Carlos Manuel de Céspedes, prócer de la independencia cubana.
Dos meses después en la bahía de Bragman, en Nicaragua, el "Céspedes" es sorprendido y acosado por el enemigo, al verse acorralado y sin posibilidades de escape fue incendiado antes de que los españoles pudieran recapturarlo, Leoncio Prado y sus escasos compañeros se internan por tierras hostiles y hallan por fin albergue en el territorio de Honduras.
Las muchas y diversas inquietudes de Leoncio Prado le llevó a intentar una expedición sobre Filipinas, a viajar por Europa y a predicar, de regreso a Estados Unidos, nuevamente a favor de la independencia de Cuba.
Cuando Leoncio Prado tenía 26 años, estalla la guerra con Chile y nuestro H:. siente el llamado telúrico y regresa al Perú para defender a su Patria.
No detallaremos su actuación militar en la guerra, que es de todos conocida, vamos a narrar los hechos de su muerte, que no está documentada por ningún peruano, y que es narrada por oficiales chilenos, de los cuales algunos de ellos eran masones que estuvieron presentes en los momentos que emigró al Oriente Eterno.
En los acápites siguientes, vamos a describir los gestos de grandeza, de un hermano, que es motivo de legitimo orgullo de nuestra patria y de la Orden y que fue narrado al historiador chileno Nicanor Molinare por los oficiales chilenos que lo acompañaron en sus últimos momentos terrenales.
Cuando se le notificó su condena de muerte, nos dá una nueva prueba de grandeza, los oficiales chilenos, el mayor Aníbal Fuenzalida y capitán Rafael Benavente, eran masones y estaban a cargo de la ejecución, les creaba un dilema terrible en su conciencia y he aquí que el hermano Leoncio los libera del conflicto, ofreciéndose ha ser él quien ejecute la orden de disparo para su fusilamiento, ante tanta nobleza, a los oficiales chilenos, se les lleno el corazón de admiración, por el valor de "Pradito", como cariñosamente lo llamaban.
Momentos antes de su ejecución, pidió papel y lápiz, y redactó una carta a su padre, donde se aprecia su amor a la Patria y a su padre.
"Huamachuco, julio 15 de 1883.
Señor Mariano Ignacio Prado.
Colombia.
Queridísimo padre:
Estoy herido y prisionero; hoy a las ... (¿qué hora es? preguntó: Las 08.25 contestó Fuenzalida, con un nudo en la garganta) a las 08:30 debo ser fusilado por el delito de haber defendido a mi patria.
Lo saluda su hijo que no lo olvida, Leoncio Prado".
Luego pidió una taza de café. Solicito que el pelotón de fusilamiento, estuviera conformado por cuatro hombres y que le dispararan, dos a la cabeza y dos al pecho, cuando terminara de dar tres golpes con la cuchara al depósito donde tomaba su café. Se despidió amablemente de los oficiales chilenos, los abrazó, les dijo: "Adiós compañeros". Luego cumplió con dar la orden para la descarga. "Todos llorábamos, (manifestó el capitán Benavente)todos, menos Pradito" .
Este episodio final, de su vida, es una muestra mas de su grandeza y amor a la Orden, los tres toques que dio significaban:
Toda mi vida, estuve llamando a las puertas del Oriente Eterno, en Perú, Cuba, Filipinas, Chile, y otros lugares, al fin las puertas, se abren de par en par para mí.
Toda mi vida busqué, la realización, finalmente, en un lejano lugar de nuestra sagrada Patria, voy a encontrarla.
Pedí tantas veces la Gloria, que al fin el Altísimo, me la concedió, voy a su reino, a disfrutar de su presencia, junto con otros inmortales.
Leoncio Prado, se yergue como un idealista, que sacrifica las comodidades de la vida, en aras de la peruanidad, es un ejemplo de los valores que debe poseer todo peruano, tales como la integridad, la humildad, la abnegación, el desinterés y amor a la Patria y a los suyos, todo esto ha quedado grabado con letras de gloria en el corazón de cada peruano.
Leoncio Prado eligió sacrificar su vida en el altar de la Patria, en su memoria debemos decir: No a las luchas intestinas, No a la improvisación, No al egoísmo, No a la ignorancia, seamos firmes y vivamos felices en la unión.
R:.H:. Tomás Álvarez Manrique
Past Gran Maestro de la Gran Logia del Perú.