Este saco de Beneficencia es también conocido como el “Tronco de la Viuda”, la expresión“Tronco” es francesa Tronc, significando Tronco (como el del árbol). Utilizada también para definir la “caja de limosnas” que se encuentra a la entrada de las Iglesias para que los fieles introduzcan su óbolo. La palabra correcta en castellano es “Cepillo”. Se afirma que este uso fue adoptado en el Concilio Lateranense, en 1215, durante el papado (1198-1216) de Inocencio III. Sin embargo su origen lejano está en el diezmo judío (del que se habla en la Biblia). La Masonería francesa adoptó el uso del "Tronco de la Viuda" en el siglo XVIII. En ningún documento anterior se hace referencia a él. Quizás los masones operativos se preocupaban principalmente de cubrir los gastos de la institución y de ayudar a compañeros en dificultades. Cuando hoy decimos: "Tronco de la Viuda", estamos honrando la memoria de Hiram Abif, el constructor del Templo del Rey Salomón, “hijo de una viuda de la tribu de Neftalí”. Según la mitología masónica, Hiram Abif fue el primer Maestro Masón. Cuando el hermano designado para circular el saco, hace circular el mismo, todos los hermanos deben de introducir en él mismo la mano derecha haciendo puño y retirarla de la misma forma. Este acto nos hace comprender que el hermano que necesite podrá tomar el dinero del saco, con lo que se demuestra que la caridad que practicamos en este caso nunca sabe a quien se ayuda. Esto viene de una enseñanza de Jesucristo, lo que hace tu mano izquierda no debe de saberla tu mano derecha. El saco de lo colectado es destinado para obras de caridad, que sólo lo sabe el encargado de la misma: El Hermano Hospitalario.
Q:.H:. Carlos Seguín C.