viernes, 26 de junio de 2009

EL PAVIMENTO DE MOSAICOS

Los símbolos que vemos en nuestro Tall:. y que caracterizan a la Mas:. tienden a indicarnos que hay un significado oculto detras del aspecto externo y superficial de las cosas, el cual debemos descubrir. Para ello tenemos que tomarnos el trabajo de profundizar un poco en las cosas y no conformarnos con su aspecto superficial. Al ahondar en las cosas nos vemos obligados a ahondar en nosotros mismos y en consecuencia, a conocernos a través de lo que descubrimos en ellas. Si lo hacemos, nos llevarán a descubrir un mundo nuevo de posibilidades infinitas.
El Templo masónico toma como modelo y reproduce muchos de los aspectos físicos y simbólicos del templo del rey Salomón, cristaliza el arquetipo de la análoga estructura cósmica, resultado de las correspondencias y leyes que gobiernan la realidad universal.
Por lo tanto, en la Logia nada está situado al azar, sino que muy por el contrario, cada símbolo manifiesto y cada gesto ritualístico representan una nota más en la Armonía proyectada del Mundo.
El pavimento de mosaicos se halla situado a continuación de las columnas en el centro del templo como prolongación de la tensión formada por los pares de opuestos simbolizados por dichas columnas que son a la vez el portal que nos separa del mundo profano más polarizado aún. La primera impresión que nos da el mosaico es la de una combinación binaria y dual. Todos estos aspectos duales se van desplegando en forma paralela, pero en sentido inverso de uno respecto al otro.
Esto es a su vez imagen de todas las dimensiones de la vida, sus claroscuros, en los que el aprendiz puede vislumbrar su propio laberinto y proceso interior, que es imposible de dilucidar caminando por una sola vía.
Esto se manifiesta a través de los contrastes o variaciones lumínicas esenciales: el blanco y el negro. El blanco se asocia arquetipicamente con la luz, la pureza, la existencia, la vida y lo “diestro” y el negro con la oscuridad, el miedo, la no existencia, la muerte y lo “siniestro”.
El mosaico simboliza entonces el transitar por sobre las apariencias tanto favorables como desfavorables
Dentro del macrocosmos que representa el templo masónico, el pavimento de mosaicos nos lleva al microcosmos, a la tensión cotididiana de fuerzas a las cuales debe enfrentarse el ser humano, tanto en su vida masónica como en su vida profana.
Sin embargo, estas fuerzas se hallan una al lado de la otra, interrelacionándose, formando un todo, lo que explica la posibilidad de trascender los pares de opuestos.
Coronando el mosaico se encuentra el Ara en el centro de la Logia, elevándose por sobre los pares de opuestos y que nos permite percibir la verdad trascendente, oculta bajo estas aparentes contradicciones. Sobre el Ara se encuentran las tres luces y el Volumen de la Ley Sagrada abierto en Salmos 133. Es una unidad formada por un mosaico de opuestos, que por otra parte es recorrido por los hermanos en el mismo sentido en que el sol recorre las constelaciones del zodíaco, también representadas en las paredes de la logia. Y que a la vez simboliza un recorrido de fuerzas espirituales, el transitar de la polaridad a la unidad: el camino hacia la perfección.