domingo, 24 de mayo de 2009
EL HERMANO HOSPITALARIO
También llamado o denominado "El Limosnero" es el oficial de la Logia responsable de todas las acciones de Beneficencia y Socorro. Por ello, recoge y administra los recursos destinados a dichas funciones (independientemente de los que administra el Tesorero). Estos fondos solo pueden utilizarse para alivio y socorro de algún necesitado. Cuida de enaltecer el ideal filantrópico de Taller con su gestión, la cual desarrolla con el apoyo de la Comisión de Beneficencia, la cual preside y con la que elabora proyectos que posteriormente somete a la aprobación de la Logia, sin que pueda el Venerable dejar bajo mallete estas decisiones. El Hospitalario representa el Principio y el Objeto de la Fraternidad de la Orden, por lo que deberá obrar con su conducta, pensamientos y palabras, con arreglo al "Sacerdocio Fraternal" que desarrolla y contribuir con su ejemplo y enseñanzas a la instrucción de los hermanos en los principios de amor y fraternidad. Es el encargado de recoger y de distribuir las "limosnas", de ir a visitar a los hermanos enfermos, de apoyar a los que están en dificultades, de inquirir y velar por la buena situación de las viudas y huérfanos de los hermanos, de averiguar por los motivos de las ausencias que no han sido justificadas, ya que pueden tener que ver con sus competencias. Él es el "corazón" de la Logia. Para el hermano necesitado, el Hospitalario debe ser el hombre humanitario que sufre con el, que le escucha, consuela y visita frecuentemente.
Son deberes y atribuciones del Hospitalario:
a) Realizar la colecta de beneficencia en todas las sesiones formales que celebre la Logia, con las que formará el Tronco de pobres.
b) Llevar un libro en que se anotarán las cantidades recibidas y las invertidas con los comprobantes de gastos.
c) Visitar a los hermanos enfermos, o que sufran desgracia por cualquier causa, dando cuenta al V.•.M.•. respecto al auxilio pecuniario que deban concederle.
d) Rendir informe periódico de su cometido a la Logia.
Los Masones acostumbran, al final de todas sus reuniones o tenidas, circular ritualmente, un saco que lleva el Hermano Hospitalario en el que depositan óbolos, de acuerdo a sus posibilidades materiales. Este saco es llamado Tronco de la Viuda, de beneficencia, o de solidaridad. El dinero recogido de esta manera, al que se llama "unidades de medallas profanas" ha de ser utilizado para socorrer a un hermano que se encuentre en necesidad, o a su viuda y familia en caso de que éste haya pasado al Oriente Eterno, o, en general, para otras obras de beneficencia que el Taller considere conveniente realizar. Esta es una antigua costumbre masónica.
Para el Extranjero o Hermanos Visitantes debe de cuidar en todas sus necesidades (facilitándoles alojamiento, información sobre lugares de su interés, etc...) recibiéndolos a su llegada y despidiéndoles a su partida. Se encarga también de dirigir y presidir los honores rendidos a la memoria de los hermanos que han fallecido. Deberá informar al Venerable Maestro de manera periódica sobre los movimientos de su caja y estado en que se encuentre. Cuando el Hermano Hospitalario cesa en su cargo, el Arquitecto revisor, una vez aprobado el balance presentado por la Comisión de Beneficencia, cierra los libros por medio de un decreto estampado sobre el Libro de caja (dándole un duplicado al Hospitalario Saliente) de manera que se pueda evitar que otros hermanos conozcan a las personas socorridas. En las Tenidas el Hospitalario se sienta a la derecha del Secretario, encabezando la Columna del Sur. Su Joya es una bolsa de limosnas (generalmente con un corazón grabado en el centro) También hay que precisar que en algunas Logias se usa un Cáliz, ó una mano extendida.