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La Masonería es el estudio de la Filosofía Moral para conocer y practicar las
virtudes, tiene que haber lucha. Igualmente la Masonería enseña a combatir los
vicios. Pero: ¿Cuales son esos vicios que debemos combatir?. Aquí va una
aportación para que se den una idea.
Vicio
es
el hábito de contentar nuestros deseos, hábito que pervierte los instintos y
trae la desesperación si no se satisfacen.
Las pasiones (vicios) son un
pensamiento avasallante que ocupa el tiempo, los pensamientos y toda la energía
de un individuo. La persona dominada por las pasiones, encamina todas sus
acciones a la consecución de aquello que le obsesiona, sin que al obtenerlo se
vea libre de esa obsesión, sino más bien impulsada a continuar con la mente
fija siguiendo con la acción, ahora encaminada a retener el objeto. De
características negativas, no solo por su unipolaridad, las pasiones impiden
desarrollar una actividad normal y sana, no existiendo prácticamente nada a
excepción de un intenso ejercicio de la voluntad que ayude a librarse de ellas.
Las más grandes de las pasiones son:
La pasión por el poder, la pasión
por el dinero y la pasión amorosa. La pasión por el poder lleva al individuo a
tratar de obtener el dominio sobre otros al precio que sea y a retenerlo cueste
lo que cueste. La pasión por el dinero lleva a acciones a más largo plazo, pero
igual que en la del poder se hace lo que sea para obtenerlo, aun cuando la meta
esté lejana, atropellando a todo aquel se interponga al paso o que estorbe o
amenace a la consecución de la meta. La peligrosidad de estas pasiones estriba
en que se mantienen la idea fija. Que cualquier obstáculo sea eliminado al
precio que sea. La pasión amorosa es también destructiva, a veces resulta
mortal. La pasión amorosa es violenta y posee muchos elementos sexuales y pocos
de verdadero amor. Se instala en los dos componentes de una pareja, pero
regularmente es más violenta y devastadora en uno de ellos, provocando
sentimientos y comportamientos de otras pasiones, como celos, inseguridad,
ansiedad, angustia, desesperación, temor, miedo, necesidades incontroladas de
vigilar al otro, tratar de dominarle sus gustos, opiniones, hábitos, etc.
Otras pasiones no menos esclavizantes
son aquellas que las religiones les llaman pecados y que no son más que hábitos
encaminados a destruir nuestro propio cuerpo
y a degenerar el alma:
LA IRA: Pasión violenta que mueve a
indignación, irritación y enojo.
LA GULA: Exceso desordenado en la
comida o bebida
LA AVARICIA: Apego a las riquezas, avidez
de propiedades y bienes con ruindad y codicia.
LA PEREZA: Pasión que nos aleja del
trabajo, del esfuerzo. La pereza da entrada a todos los vicios.
LA CODICIA: Apetito desordenado de
riquezas y poder, deseo vehemente, con avidez de glorias y reconocimientos.
EL ORGULLO; Sentimiento elevado a
la dignidad personal en el hombre inferior, engreimiento ególatra.
LA LUJURIA: Apetito desordenado de los
deleites carnales, exceso o demasía en algunas cosas.
Además debemos reconocer las
siguientes pasiones como igualmente nocivas:
LA SOBERBIA: El orgullo desmedido
EL ADULTERIO: Violación a la fe
conyugal, falsificación y fraude.
LA ENVIDIA: Mirar con malos ojos,
tristeza del bien ajeno.
LA RIÑA: Pendencia, disputa,
pleito.
LA VIOLENCIA: Acción que se realiza
contra el modo regular o fuerza o razón o justicia. Violar con fuerza impetuosa
y arrebato.
LA INTRIGA: Comedimiento para enredar
y embrollar en forma entrometida para sacar provecho de una debilidad.
EL PREJUICIO: Juicio y opinión
sobre algo antes de tener verdadero conocimiento de ello.
LA VANIDAD: Presunción y
vanagloria, pompa vana u ostentación de algo inútil o insustancial.
LA FRAGILIDAD: Facilidad de la
naturaleza humana de caer en lo malo, debilidad de carácter
LA INSENSATEZ: Obrar con necedad, imbecilidad
y arrebato cometiendo errores perjudiciales e insanos.
EL ABORRECIMIENTO o ABOMINACION:
Maldecir o condenar con odio.
EL RENCOR: El resentimiento con
enemistad y el deseo de vengar un agravio.
EL ENCONO: La saña arraigada y la
irritación e inquietud del ánimo.
LA EBRIEDAD O EMBRIAGUEZ: La
turbación o pérdida del libre uso de la razón por el consumo inmoderado de
bebidas alcohólicas y alcaloides, enajenación de la voluntad.
EL FANATISMO: Celo excesivo de una
opinión, intransigencia, intolerancia. Que defiende ciegamente con tenacidad
desmedida y apasionamiento creencias y opiniones. El fanatismo es la locura de
los sanos. Quién no quiere pensar es un fanático, quién no puede pensar es un
idiota, quién no osa pensar es un cobarde.
LA AMBICIÓN: Pasión desbordada por
la gloria y la fortuna. Deseo con ansia y anhelo. Solo es laudable cuando la
acompaña la capacidad de hacer felices a los demás..
LA FATUIDAD: Presunción ridícula,
engreimiento ególatra. Es el falso talento con que se domina a los necios.
LA EXCECRACION: Condenación o
vituperio, maldecir con imprecaciones y reprobar con severidad.
EL EGOISMO: El inmoderado amor por
sí mismo, individualismo ético. Que ve el objeto de la acción moral en su misma
obra, considerando como hombre malo a aquel que solo es malo para él mismo.
LA IMPACIENCIA: Intranquilidad, la
inquietud y el desasosiego. Acto de incomodarse con irritación y enfado.
LA ALTANERIA O ALTIVEZ: Desprecio y
desdén por vanidad y orgullo
LA INSOLENCIA: Acto de cometer
ofensas o desvergonzadamente procaces, injuriosas e insultantes.
Eduardo Ramírez Garza