Es una virtud que puede llegar a poseer el ser
humano de acuerdo al carácter moral que esté presente en el mismo, también va
depender de las normas sociales y éticas por las cuales se rija y que sean
aceptadas por la comunidad en la que vive; pero en realidad va más allá de
pretender quedar bien con la sociedad, se trata de los principios y valores
individuales de cada sujeto.
Honor, palabra que aparece a mediados del siglo X de
nuestra era, proviene del latín Honos, Öris, y deriva del verbo honrar. Se
define como la cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes
respecto del prójimo y de uno mismo, es la gloria o buena reputación que sigue
a la Virtud, al mérito o a las acciones heroicas, la cual trasciende a las
familias, personas y acciones mismas de quien se la granjea.
Honor es una divinidad alegórica de los romanos. El
Templo del Honor y el de la Virtud estaban juntos y dispuestos de tal manera,
que para entrar en el primero, era preciso pasar antes por el segundo.
El Honor está estrictamente ligado al cumplimiento
de nuestros deberes y el Iniciado toma contacto con ellos desde la Cámara de
Reflexiones en espera de la Iniciación, cuando debemos escribir nuestro
Testamento y se nos pregunta sobre los deberes para con el prójimo y con
nosotros mismos.
El Honor se logra solo por la práctica de la virtud
y se contempla así mismo a través de los ojos de los demás. Se relaciona con la
reputación, la respetabilidad o la gloria, valores que se obtienen a partir del
juicio de terceros frente a los que se quiere ocupar una posición superior, ya
que se establece una lucha de poder mientras se cuestiona si los demás
disfrutan de la misma integridad. No se goza de gloria ni de buena o mala
reputación a menos que haya un tercero que así lo certifique.
El Honor pertenece al dominio de lo privado, ya sea
al interior de la intimidad de su casa o de su vida, y se pone en juego en el
dominio de lo público. Es decir, la verdadera práctica de la Virtud, solo se
verá reflejada en el concepto de los demás, resultando con ello el Honor que se
nos otorgue. No es una cosa que nosotros la logremos por nosotros mismos, si no
que solo nos será otorgado por los demás en vista de la práctica de nuestras
virtudes. Actúa como una imagen especular.
Ahora podremos comprender en mejor la frase del
Catecismo que dice: ¿Sois masón? Mis Hermanos me reconocen como tal, esto
implica que mis hermanos reconocen que mis pasos están siendo dados por el
camino de la Virtud y el reconocimiento de que soy masón es el Honor que ellos
hacen al trabajo que se realiza en desbastar la piedra bruta o la práctica de
la Virtud.