martes, 7 de octubre de 2014

EL CONCEPTO DE LIBERTAD INTERIOR

El concepto de Libertad tiene varias acepciones, pero voy a referirme solo a una de ellas, la libertad interior. No es quizás la más importante, pero es la libertad de pensar, actuar y opinar.
Todas las libertades pueden de alguna manera limitarse, sólo la libertad de pensar escapa en cierta forma al control ajeno. Pero para ello uno debe ser libre para buscar las soluciones a los problemas sin enmarcarse en dogmas o preconceptos.
Esto no es fácil en esta época donde los medios de comunicación influyen y modifican nuestras ideas con la información que nos suministran. Donde pareciera que la libertad de prensa es sólo para que el editor pueda decirnos lo que quiera y no la nuestra de estar realmente informados de la realidad.
Resumiendo entonces, y aunque parezca un absurdo, es muy difícil ser libre de pensar como quiera; pues uno es el fruto de circunstancias, heredades e influencias.-Recuerdo que en la Ceremonia de Iniciación  se le pregunto al experto: quien había osado golpear a las puertas del templo?…Este respondió:  “Es un hombre libre y de buenas costumbres que  estando en las tinieblas desea ver la luz”….Pero cuales son los requisitos para ser considerado un hombre libre?. Un hombre libre es aquel que no se deja llevar por las pasiones; que guarda pleno control sobre sus actos y pensamientos. Quizás el que mejor lo definió es nuestro Q:.H:.Rudyar Kipling en su celebre poema IF. "Un hombre es libre cuando el peso del fracaso le sirve de experiencia y no de excusa, y confiado en el futuro reinicia su obra constructora".
La libertad que buscamos se consigue buscando la verdad. Esta búsqueda de la verdad es individual, como individual es la iniciación, y la opinión de los demás puede servir de guía con la condición de que la misma sea brindada por un experto o sea alguien que recorrió el camino.
Dado que es una búsqueda interior, para poder lograrlo, debemos primero conocernos, saber quienes somos y que queremos, a fin de poder entonces actuar de acuerdo a nuestros ideales y principios.
El hombre libre, solo debe depender de su propia conciencia, buscando SU  verdad, la verdad individual que no le será impuesta en el futuro por nadie. La verdad que será producto de su razón y de su estudio.
No obstante de nada vale tener el conocimiento si no lo aplicamos. Simbólicamente podríamos decir que a cada paso del pie izquierdo (inteligencia o comprensión de la verdad) le corresponde un adelanto del pie derecho (aplicación práctica de dicha verdad).
Ahora bien, cabe preguntarse como se concilia esta libertad sin límites, con la libertad que tienen otros de pensar libremente. El regulador de estos dos factores es indudablemente la tolerancia: el respeto de todos por las ideas de cada uno y la obligación de cada uno de no tratar de imponer su verdad a los demás.
Uno puede no estar de acuerdo con la opinión de otro pero debe aceptar y respetar el derecho de otro a opinar diferente. Debemos ser tolerantes para poder convivir con personas que tienen opiniones diferentes a las nuestras y enriquecernos con las mismas.
La Tolerancia es entonces el límite de nuestra libertad interior.
No es fácil para el hombre vivir y aceptar esta seria limitación, es por ello que el Masón mediante la instrucción pule su Piedra Bruta durante su vida y perfecciona su manera de ser y su comportamiento.
Así es como en nuestro Taller convivimos hermanos cuyas posiciones ideológicas no son coincidentes. Pero el respeto profundo por las creencias de los demás, ya sean estas políticas o religiosas, hacen que en cada Tenida se funda una amalgama de buena voluntad y de mutuo apoyo, que forma un inigualable universo de libertad y superación.
Ojalá podamos transmitir ese espíritu de tolerancia no sólo a nuestro pueblo, sino a todo el mundo.

Q:.H:.José  María Villa