martes, 9 de julio de 2013

Albert Schweitzer un masón ejemplar

Filósofo, músico, médico, teólogo, pastor protestante, masón y Premio Nobel de la Paz, Albert Schweitzer fue un hombre de conocimiento preocupado por servir a los más desfavorecidos. 
Su vida estuvo jalonada de premios y aplausos, y su trayectoria refleja a una persona consciente de que el respeto hacia toda forma de existencia es esencial para la evolución del ser humano. 
Una filosofía de vida: Albert Schweitzer nace en la hermosa ciudad de Kaysersberg, en Alsacia, Alemania, en enero de 1875. Conviene citar que Alsacia pertenecía entonces a Alemania, hasta que en 1918 volvió a formar parte otra vez de Francia.El niño Albert cursa sus estudios en Gunsbach, y más tarde hace el bachillerato y estudia música en Mulhouse. Su padre, un pastor protestante, tiene una gran influencia sobre él, lo que le lleva a París a estudiar Teología y Filosofía en la Universidad de la Sorbona, así como órgano en el Conservatorio Nacional. Más tarde, haría sus prácticas con este instrumento en la iglesia de su progenitor. Se doctora en Filosofía en 1899, y se licencia en Teología un año después. Sus inquietudes solidarias le llevan a estudiar medicina en la Universidad de Estrasburgo, con el afán de ayudar a los más desfavorecidos. En 1913 se licencia y se marcha a Gabón, decidido a construir un hospital para atender a personas necesitadas. Pero vayamos por partes. 
Albert Schweitzer, el teólogo y el escritor: El trabajo de investigación que le da a conocer en sus primeros años como teólogo es En búsqueda del Jesús histórico (1906). Otras obras serían, El cristianismo y las religiones universales (1922); Filosofía de la civilización (1923); El misticismo de Pablo Apóstol (1930); y De mi vida y mi pensamiento (1931). Estas fueron algunas de sus obras, que llegaron a ser famosas y seguidas por multitud de lectores. 
Albert Schweitzer, un talento para la música: Ya desde su infancia, Schweitzer se siente fascinado por la música. El órgano de la iglesia de su padre le impresiona y su familia en un inicio es testigo de sus creaciones musicales. Acude a clases desde muy temprano y acaba siendo un virtuoso del órgano, interpretando a Bach por todo el mundo, lo que le reporta cuantiosos beneficios que utiliza para sus proyectos solidarios en África. En su faceta de músico destacan obras como Johann Sebastian Bach, el músico poeta, en 1905 y un año después El arte de fabricar órganos en Alemania y Francia. También se dedicará a construir órganos en algún momento de su vida. 
Albert Schweitzer, el médico solidario:  empieza a estudiar medicina a los treinta años, con la única intención de irse a África y ayudar a las personas de raza negra, ya que conocía el abandono y la inequidad en la que vivían. En 1913 parte hacia ese país con su esposa, y con sus propias manos y la ayuda de unas pocas personas, va levantado su soñado hospital, que inmediatamente se llena de cientos de pacientes ansiosos por recibir la atención médica de la que antes carecían. La Primera Guerra Mundial corta de raíz sus sueños por un tiempo, y tanto a él como a su mujer se les prohíbe salir de su propia casa, para más tarde trasladarlos a un campo de concentración.
Tres años más tarde levanta otro hospital y en 1950 empieza su proyecto del pueblo para leprosos, que completa con el dinero que le reporta el recibir el Premio Nobel de la Paz en 1952. 
Albert Schweitzer fallece el 4 de septiembre de 1965 y su cuerpo yace junto al de su esposa en Lambaréné, Gabón, Africa. Actualmente su hospital sigue funcionando y se han creado otros con su nombre en distintos países, como Haití y Holanda. 
Es adecuado terminar con unas palabras del protagonista de este artículo cuando dijo “Vivimos en una época peligrosa. El ser humano ha aprendido a dominar la naturaleza mucho antes de haber aprendido a dominarse a sí mismo”.