martes, 26 de marzo de 2013

Los Mandamientos paradójicos *


La gente es ilógica, irrazonable y egocéntrica. Ámalos, de todas formas.
Si haces el bien, la gente te acusará de ocultar motivos egoístas. Haz el bien, de todas formas.
Si eres exitoso, ganarás falsos amigos y verdaderos enemigos.Ten éxito, de todas formas.
El bien que hagas hoy, será olvidado mañana.Haz el bien, de todas formas.
La honestidad y la franqueza te harán vulnerable.Se honesto y franco, de todas formas.
Las más grandes personas con las ideas más grandes pueden ser derribados por las personas más pequeñas con las ideas más pequeñas.Piensa en grande, de todas formas.
La gente ayuda a los desamparados pero sigue a los que tienen demasiado.
Pelea por los desamparados, de todas formas.Lo que lleva años contruírse, puede destruírse en un día.
Aún así construye, de todas formas.
La gente necesita ayuda, pero puede atacarte si los ayudas. Ayuda, de todas formas.
Da lo mejor de tí al mundo y vas a ser humillado. Da lo mejor de tí, de toda formas.


En los años sesenta, los líderes estudiantiles soñaban con cambiar las cosas a través del activismo radical.  Kent M. Keith, entonces estudiante en Harvard, defendía otra postura: por loco que a veces parezca el mundo, el individuo puede actuar correctamente y contribuir a mejorarlo.  Entonces decidió escribir un manifiesto basado en diez mandamientos paradójicos que, con el paso de los años, han sido adoptados por personas de toda índole y condición, entre ellas la madre Teresa de Calcuta.  Estos principios atemporales constituyen un credo moderno para alcanzar, como afirma Spencer Johnson en el prólogo, "una vida llena de sentido personal. Ésa que realmente vale la pena vivir".