La vida de todo ser vivo está sujeta a pequeños y grandes cambios a lo largo de su existencia. Desde el momento en que nacemos estamos destinados a experimentar y afrontar toda clase de situaciones que marcarán, de una u otra forma, nuestras vidas y que definirán nuestro caracter y quiénes somos. Y es que el mundo que nos rodea también suele estar en constante cambio evolutivo y nosotros tenemos que adaptarnos a ese entorno para poder sobrevivir, es eso o quedarnos rezagados y que quienes vienen detrás de nosotros nos sobrepasaran a su paso. Pero es que todo cambio implica tener que hacer frente a lo desconocido y nada nos garantiza salir airosos de esa situación. Por lo tanto, solemos temer al cambio, a todo aquello que, por más pequeño que sea, pueda desequilibrar o romper nuestra estabilidad, tranquilidad y rutina. Es algo que nos pasa a todos sin excepción alguna, desde el miedo a cambiar de trabajo, de escuela, de ciudad, hasta el tener que conocer a nuevas personas.
Veo hacía adelante y no logro vislumbrar nada con claridad, es como un rompecabezas que debo ir armando a medida que avanzo, pero es tan enorme, que no sé ni por dónde comenzar a armarlo. De ahora en adelante todo depende de mi y de nadie más, yo soy mi responsable y no puedo seguir evadiendo la realidad ni el mundo que me rodea, no puedo seguir posponiendo mi vida por temor a un cambio que altere mi rutina, la cual siento que hace tiempo ya cayó en la más aburrida monotonía. Debo comenzar a planear lo que haré de ahora en adelante y formar un plan de vida. El plano laboral es algo que me preocupa mucho, pues no sé si trabajando me quede aun tiempo para continuar dedicandome a mis estudios y si así fuese, no sé si el poco tiempo que tenga sea suficiente para rendir completamente.
Ahora mismo estoy en un momento decisivo en mi vida y debo vencer el miedo que me invade. Esa es la principal razón por la que hago esta entrada. Esa es la razón por la que quise hablar sobre el temor que nos generan los constantes cambios en nuestras vidas.
Veo hacía adelante y no logro vislumbrar nada con claridad, es como un rompecabezas que debo ir armando a medida que avanzo, pero es tan enorme, que no sé ni por dónde comenzar a armarlo. De ahora en adelante todo depende de mi y de nadie más, yo soy mi responsable y no puedo seguir evadiendo la realidad ni el mundo que me rodea, no puedo seguir posponiendo mi vida por temor a un cambio que altere mi rutina, la cual siento que hace tiempo ya cayó en la más aburrida monotonía. Debo comenzar a planear lo que haré de ahora en adelante y formar un plan de vida. El plano laboral es algo que me preocupa mucho, pues no sé si trabajando me quede aun tiempo para continuar dedicandome a mis estudios y si así fuese, no sé si el poco tiempo que tenga sea suficiente para rendir completamente.
Ahora mismo estoy en un momento decisivo en mi vida y debo vencer el miedo que me invade. Esa es la principal razón por la que hago esta entrada. Esa es la razón por la que quise hablar sobre el temor que nos generan los constantes cambios en nuestras vidas.
Animo, pues tenemos que sobreponernos al cambio y no experimentar temor hacia este.
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