El futuro es la parte del camino temporal que todavía no hemos recorrido, que está por venir, es una hipótesis de vida que bien puede ser anticipada, predicha, calculada a partir de circunstancias en un momento de tiempo concreto.
No podemos adivinar el futuro, pero podemos construir los cimientos en los que se basaran nuestro mejor futuro, en realidad estamos o tenemos la obligación de hacerlo.
Últimamente criticamos a los demás de una manera gratuita y destructiva hacia nosotros mismos, cuando en realidad lo que deberíamos hacer al final del día, es pararnos frente al espejo de nuestro interior a pensar que hicimos bien o que hicimos mal para intentar mejorarlo.
Si hicimos algo bien y nos sentimos orgullosos, debemos de buscar la forma de mejorar o de pensar si podríamos hacerlo de una manera que fuera mejor, tanto para los demás como para nosotros mismos, de la misma forma, lo que sabemos que hicimos mal, analizarlo, buscando la manera en que deberíamos de conseguir hacerlo bien.
Ha lo que me refiero, es que si en vez de criticar a los demás, nos ocupáramos de criticarnos a nosotros mismos, mejoraríamos nuestras interrelaciones con todos nuestros Hermanos.
Las buenas maneras, el respeto, un abrazo, una sonrisa, una felicitación por hacer algo bien, siempre es mejor que una critica. Si en vez de criticar a alguien encontráramos algo bueno en él, sería la mejor forma de que ese alguien intentara mejorar en una próxima oportunidad. Definitivamente, el no criticar y por el contrario buscar la parte buena de las personas, es el principio básico para que los cimientos de nuestro mañana sean mas sólidos.
Ayudemos a mejorar a todas aquellas personas que están a nuestro alrededor para que se desarrollen mejor, para que nos ayuden a fortificar los principios de la humanidad. Seamos tolerantes con los que les cuesta mas trabajo llegar a entender las cosas. Regalemos una palabra de aprecio, una sonrisa gratuita y sincera. La felicidad debe ser compartida para que te perdure por siempre, y te enseñe que ella está en los demás, no en la satisfacción personal de nuestro ego. Hagamos del éxito de los demás nuestro triunfo compartido, hagamos de él nuestro éxito también. Aprendamos de nuestros errores y de los errores de los demás para capacitarnos y mejorar nuestro mañana.
No podemos adivinar el futuro, pero podemos construir los cimientos en los que se basaran nuestro mejor futuro, en realidad estamos o tenemos la obligación de hacerlo.
Últimamente criticamos a los demás de una manera gratuita y destructiva hacia nosotros mismos, cuando en realidad lo que deberíamos hacer al final del día, es pararnos frente al espejo de nuestro interior a pensar que hicimos bien o que hicimos mal para intentar mejorarlo.
Si hicimos algo bien y nos sentimos orgullosos, debemos de buscar la forma de mejorar o de pensar si podríamos hacerlo de una manera que fuera mejor, tanto para los demás como para nosotros mismos, de la misma forma, lo que sabemos que hicimos mal, analizarlo, buscando la manera en que deberíamos de conseguir hacerlo bien.
Ha lo que me refiero, es que si en vez de criticar a los demás, nos ocupáramos de criticarnos a nosotros mismos, mejoraríamos nuestras interrelaciones con todos nuestros Hermanos.
Las buenas maneras, el respeto, un abrazo, una sonrisa, una felicitación por hacer algo bien, siempre es mejor que una critica. Si en vez de criticar a alguien encontráramos algo bueno en él, sería la mejor forma de que ese alguien intentara mejorar en una próxima oportunidad. Definitivamente, el no criticar y por el contrario buscar la parte buena de las personas, es el principio básico para que los cimientos de nuestro mañana sean mas sólidos.
Ayudemos a mejorar a todas aquellas personas que están a nuestro alrededor para que se desarrollen mejor, para que nos ayuden a fortificar los principios de la humanidad. Seamos tolerantes con los que les cuesta mas trabajo llegar a entender las cosas. Regalemos una palabra de aprecio, una sonrisa gratuita y sincera. La felicidad debe ser compartida para que te perdure por siempre, y te enseñe que ella está en los demás, no en la satisfacción personal de nuestro ego. Hagamos del éxito de los demás nuestro triunfo compartido, hagamos de él nuestro éxito también. Aprendamos de nuestros errores y de los errores de los demás para capacitarnos y mejorar nuestro mañana.