La masonería no debe ser pensada jamás en términos
de privilegios potenciales sino en el sentido de las responsabilidades que ella
impone a sus miembros. Las obligaciones que cada masón tiene para con la Orden,
no se contraponen con aquellas que se han asumido por razón de pertenecer a la
sociedad humana, por el contrario, el solo hecho de pertenecer a la masonería
hace que estas obligaciones se tornen imperativas, se refuercen, se recalquen y
se reiteren. Por esta razón el masón es un hombre y un ciudadano que se
caracteriza por su inquebrantable fidelidad a su hogar y a su patria.
Los masones están comprometidos, por juramento de
fidelidad, a demostrar siempre un sentido patriótico inquebrantable, dado que
esto es fundamental y un deber imperativo para todo miembro de la Orden. Jamás
un masón apoyará o fomentará la deslealtad o la rebelión contra el gobierno legítimamente
constituido, que represente las instituciones democráticas.
Siempre el masón debe rehusar, sin dilación alguna
ni la menor especulación, cualquier acción arbitraria de todo aquel que intente
limitar en sus creencias o en su destino a cualquier individuo o pueblo, del
mismo modo como siempre será un decidido defensor, tanto con su pensamiento
como con su acción, de la viuda, del huérfano, del débil y del oprimido. Es en
el ejercicio del sentido filantrópico sincero y honesto donde la masonería
fundamenta la calidad espiritual y moral de sus hombres.
Los miembros de la institución se caracterizarán, en
todo momento, por ejercer en sí mismo la práctica de todas las virtudes, siendo
siempre hombres humildes, tolerantes, caritativos y honrados, por que ello es
la base de la pureza e integridad de carácter.
Como miembros no debe jamás prestarse a intereses
egoístas, espurios o corruptos de cualquier especie. Por ello, si abrigara
cualquier inquietud o propósito de esta naturaleza en su mente, no debe
solicitar su ingreso al seno de esta noble institución.
La masonería no está afiliada a ningún partido político
ni interviene institucionalmente en la política de las sociedades en la cual se
desarrolla, pero admite que sus hombres luchen con ahínco, y así lo promueve,
en la búsqueda de aquellos elevados ideales de Libertad, Igualdad y
Fraternidad, como de cualquier ideal que tienda a elevar la dignidad del hombre
y su mejoramiento como individuo y Ser Humano.